Se dice que la transformación digital no la aceleró ni el personal de TI ni los CEOs, tampoco el área de innovación o algún visionario superdotado en nuevos modelos de intervenciones laborales, sino que fue el COVID 19. Transformación que nos lleva a replantearnos procesos en todos los niveles organizacionales, por ende ha cambiado el contexto de cómo nos comunicamos, negociamos e interactuamos. La tecnología definitivamente “va a quinta, por no decir a sexta” como las velocidades cuando manejamos un auto, va incorporándose en nuestra vidas y aunque en nuestro país tengamos una brecha digital muy grande, podemos aprovecharla para gestionar muchas iniciativas y búsquedas que potenciarán la resiliencia que nos caracteriza como ecuatorianos.
El desempleo se ha incrementado y su proyección desalienta. La OIT (Organización Internacional del Trabajo) en su cumbre mundial denominada “LA COVID-19 y el mundo de trabajo”, evento desarrollado las primeras semanas del mes de julio 2020, identificó que “La pandemia ha devastado el mundo del trabajo, causando un inmenso sufrimiento humano y dejando en evidencia la extrema vulnerabilidad de muchos millones de personas y de empresas” por lo que se propusieron cuatro pilares para la lucha contra la crisis de la COVID-19 basados en las normas internacionales del trabajo. Estas son: Estimular la economía y el empleo; Apoyar a las empresas, los empleos y los ingresos; Proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo y Recurrir al diálogo social para encontrar soluciones. Como pilares, se proyecta que tanto empleadores y colaboradores sean aliados para fortalecer relaciones laborales que construyan un nuevo mundo del trabajo.
Este nuevo mundo del trabajo necesita un gran cambio de mindset (mentalidad) el que tiene que estar incorporado como punto de partida para analizar nuestra realidad laboral. No hay una situación ideal que indique si lo mejor es buscar empleo o emprender en este contexto emergente. Esto depende de cada uno de nosotros, de nuestras necesidades, de nuestra motivaciones intrinsecas y extrinsecas, de las limitaciones que como humanos tenemos y del sentido de trascendencia, que considero, que esta pandemia ha generado en cada uno de nosotros, por lo menos en mí y en muchos que conozco, está muy despierto. De conocer nuestras habilidades y a pesar de todo lo vivido, identificar oportunidades de dónde nos gusta o gustaría trabajar y por qué, a pesar de la situación de mercado laboral compleja, decidir si buscar empleo o emprender de manera sostenible, es decir contemplando lo económico, social y ambiental.
Si lo que interesa es comenzar la búsqueda de empleo, existen muchas plataformas virtuales que son un buen apoyo. LINKEDIN es una red social profesional, orientada a los negocios y el empleo. Tiene espacios como INLEARNING donde en poco tiempo se puede aprender sobre muchos temas. Cuenta con miles de cursos gratuitos y de pago en los que el tiempo mínimo de formación es de treinta minutos. Su propuesta se basa en la teoría de micro learnings o microaprendizaje en la que se fragmentan contenidos y el usuario puede acceder en cualquier tiempo o lugar, bajo su ritmo en autonomía e interés profesional. Esto puede ser llamativo para unos como no tanto para otros quienes no están tan familiarizados con esto de “aprender al vuelo”. Se puede aprender e iniciar búsqueda de empleo al crear el usuario ya que al dar follow a las empresas y contactos de su interés, se aperturan las fronteras del networking . Como toda red social, dependerá del usuario su utilización, solo que esta red es profesional, eso sí hay que recordarlo y tenerlo muy presente.
Así como existen otras plataformas como multitrabajos.com, computrabajo.com.ec, que están vigentes dependiendo de los sectores y cargos que ofrecen las empresas, se tiene que tomar en cuenta que para la búsqueda de estas oportunidades, se tiene como aliado a la tecnología, su uso dependerá de cómo se vaya moviendo el mercado y los sectores. Hemos sido testigos que a lo largo de la pandemia, existen sectores que han estado muy activos, otros que se están moviendo poco a poco y otros que están en letargo. En esta marea como el oleaje del mar, pero en tormenta, se está comprobando la utilización de la tecnología como soporte del mercado laboral, es decir como su salvavidas. Por ejemplo, en una práctica muy concreta como la entrevista laboral. Para unos funciona la entrevista virtual como primer filtro de selección de personal, para otros, la entrevista se complementa con el uso de plataformas que arrojan datos sobre el candidato. Esto se da por la utilización de ATS (Applicant Tracking System) como Linkedin Talent Solutions, Etalent y Hiring Room. En las redes sociales, se tiene que seguir a las empresas de interés, saber cómo son las empresas como empleadores, con su colaboradores y ex colaboradores; y cómo se proyectan o han dado soluciones en estos meses tan complejos.
Si me preguntan si ¿Se puede buscar empleo en medio de una pandemia? Claro que sí, a lo que yo le sumaría otra pregunta ¿Se vale pensar que se puede generar empleo? Claro que sí también, esto se da al emprender. Solo hay que cambiar de mindset el cual sería el faro en este oleaje tan fuerte que estamos atravesando con tanta incertidumbre. Confiar en las habilidades, aprender a “digitalizarse”y considerar que no podemos parar de formarnos para lo cual no hay edad, ni raza, ni género, solo la fuerza de voluntad que se necesita para mover al mundo.
Fuentes:
Organización Internacional del Trabajo, Nota Conceptual, Cumbre Mundial “La COVID-19 y y el mundo del trabajo: construir un mejor futuro del trabajo” https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@dgreports/@dcomm/documents/meetingdocument/wcms_747938.pdf
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