Icono del sitio Dialoguemos

LAS (IN)DISPOSICIONES POR EL COVID, SON PASAJERAS O… ¿PERMANENTES?

Tiempo de lectura: 3 minutos

¿Hay que atribuir a Freud (…) el haber querido asegurar
en su grupo el privilegio de la flotación universal (…)?
Lacan, 1967

Marcos Mundstock anunciaba con orgullo que escucharíamos la hermosa canción de Mastropiero: Ya no te amo, Raúl, en la voz y la presencia rutilante de Guadalupe Luján. Pero, ella no salió.

Le informan que ha sufrido una indisposición pasajera, -mira detrás del telón-, permanente. “¿Qué podemos decir!”, exclama. Y le dicen. Inmediatamente, se acomoda. Oiremos una versión mejor, -asegura-, ella cantaba espantoso. El improvisado reemplazo farfulla: “Si yo no la sé”. Pero ya está en escena, nos sonríe ¡La función debe continuar!

Al final del drama entre Raúla y Gracielo, canta: ¿A dónde iré desamparado, en este mundo de patrañas?; luego, vendrá lo imposible: Un hombre soltero abandonado, y con un niiiiño en sus entrañas[i]. Les Luthiers, ante el desamparo y lo imposible de la relación sexual, hace música y shows con desechos y malentendidos.

Ahora bien, esta peste será ¿pasajera o permanente? El amo encuentra allí un argumento para el biocontrol, ¡sería hermoso que fuera permanente! El universitario se ahorra la presencia y sus molestias. La prensa histérica, que apuntaba sus flechas a la indisciplina, hoy anuncia el desempleo. Pero, ¿qué podemos decir de los analistas!

Sobre una pérfida perdida pérdida

Ante esta embestida de lo real, algunos analistas innovadores no reportan pérdidas, “tienen” los mismos pacientes o más, sus alumnos proliferan. Es lo que Laurent llamó en el 2017: “el psicoanálisis contemporáneo de la sobredosis de saberes, de compañía y de conexión”, apuntado que más bien un psicoanálisis: permite desintoxicarse (…) escuchar de nuevo los significantes solos que atraviesan el éter del ruido-internet…[ii].

Pretendían forzar a otro analista a decir que si no se acepta la atención virtual es por la pura resistencia. ¡La función debe continuar!, impera allí y en analizantes que resienten no salir de la cuarentena con un nuevo emprendimiento, como la resiliencia impone. En cambio, en “Hacer Lugar” improvisaron videos muy a la medida de los niños a quienes dan soporte; sin duda, los hubieran hecho mejor si L. los filmaba o si B. los musicalizaba… Su cálido mensaje es: nos escriben, nos mandan audios, palomas mensajeras, etc.[iii]

Los chicos suelen llevar artilugios a las sesiones. Uno me mostró un videojuego en el que mataba (un circuito infernal), antes de que lo maten a él, me dijo; Isaac pertenecía a una religión y conmigo buscaba otro destino que el sacrificio. Padres nos reenvían audios y videos… Ahora, ¿entraremos en las pantallas? Habrá que dar cuenta caso a caso. Un paciente se adelantó a decir que no, que la cámara lo ve. Si hoy nos servimos de skype o ese teléfono -que Lacan dejaba sonar en el suelo-, será para prescindir del gadget mañana.

Un apagón, un reiniciar contingente…

Un apagón presentifica un nuevo Ground Zero, espacio evacuado de sentido, que hoy pone en serie: la erosión por los bombardeos nucleares, los solares donde antes del 11-S estaba el WTC, la zona del epicentro del 16-A, la cuarentena del COVID… La literalidad del terraplén después de la catástrofe, nos remite al Otro cual terreno limpio de goce.

Un reiniciar fue el de Aurelie Pfauwadel, quien testimonió en Los traumas de la discordancia que un tiroteo al pie de su edificio constituyó para ella un troumatismo y precipitó su fin de análisis; pues, ante el “es imposible” y “ha ocurrido”, se le evidenció la burda estupidez con la que había creído en el Padre. Allí, sin la posibilidad de retorno, a uno le corresponde inventar (Freudiana N° 83, p. 157).

Luego del apagón y un vacío actuante, un golpe a-tono dispone al pivotaje hacia un nuevo amor.

Recuperando el gusto en el pasajero mundo de la vida

Muchísimas personas se han recuperado del COVID y pasaremos del aislamiento al distanciamiento

Médicos y técnicos se han ingeniado para producir “ventiladores”. Los informales venden cigarrillos/caramelos/mascarillas/guantes. Una pareja enmascarada se toma de la mano en la calle. Ambulantes usan cubrebocas de Tokyo Ghoul. Hay colas desagregadas en farmacias y tiendas. Los desarraigados, siguen andando. Aprehendieron a quienes hurtaron una moto, mientras el dueño se hacía un corte de pelo. En las redes ofertan más servicios personalizados. Circulan más bicis y encargos…

Mis amigos intelectuales, ¿volverán a cogerle el gusto a lo pequeño es hermoso? ¿El mundo educativo se acomodará a las teleclases, sin preguntarse por el lugar del encuentro y el acto educativo?

Nuestra Escuela no es un asidero profesional. ¿Será que algún psicoanalista, -quien sabe hacer de desecho y es también un informal, aun formando parte del banquete de los analistas que es la Escuela-, tomando las precauciones requeridas, reanudará su práctica inédita con algún analizante, en la misma sesión?

Pues, como ese luthier, algunos otros afectados nos siguen demandando, ¿a dónde iré desamparado en este mundo…?

Guayaquil, 2 de mayo del 2020

[i] www.youtube.com/watch?v=XfN1FSC1mBY
[ii] https://www.facebook.com/notes/margarita-%C3%A1lvarez-villanueva/gozar-de-internet-entrevista-a-%C3%A9ric-laurent-2017/2823977187638745/
[iii] https://youtu.be/helNwedIXzM

Publicado originalmente en https://zadiglml.blogspot.com

Primera entrega: COVID-19: Lo que (com)porta el humor y otra escritura de lo real
Segunda entrega: EL ALIEN CONVID-a Y LA BUENA DISTANCIA
Tercera entrega:
VIVIENDO CON-FINADOS

 

Salir de la versión móvil