La mayoría de los países del mundo ha decidido entrar en cuarentena, por causa del covid-19 y así tratar de detener la cadena de contagios para frenar las consecuencias nefastas de dicha enfermedad. La rutina e interacciones de las personas y sus mascotas ha dado un giro repentino y radical. Como resultado, hoy en día, debemos tener claro cómo mantener las necesidades de nuestros animales cubiertas.
Por un lado, esta cuarentena ha sido, en términos generales, beneficiosa para nuestros perros. Ellos tienen ascendencia lobezna, son animales que se movilizan y disfrutan estar en manada, para ellos el hecho de estar todo el tiempo con sus custodios fortalece y ratifica los lazos de unión con ellos. Los perros más pequeños son los que necesitan menos movimiento para no estresarse y liberar endorfinas; sin embargo, hay perros más grandes que podrían no disfrutar todo el tiempo porque tienen necesidades físicas más demandante, además de que la parte mental y cognitiva del animal se puede ver afectada, con el riesgo de que pueda caer en el aburrimiento, antesala a la depresión. La falta de apetito o respuesta a estímulos lúdicos puede ser un síntoma de esta última.
No obstante, si el dueño se preocupa por interactuar diariamente 15 ó 20 minutos con el animal de manera cognitiva y física, es decir, haciéndolo pensar y ejercitarse escondiéndole cosas, lanzándole una pelota, enseñándole un nuevo truco, colocándole la comida en sitios diferentes y a distintas horas para llamar su atención, etc. hará que su cerebro y cuerpo trabajen, lo cual es de suma importancia para su buena salud mental y física respectivamente.
En cuanto a las necesidades fisiológicas, hay algunos perros que prefieren no ir al patio, sino que aguantan hasta la hora del paseo. En ese caso, los custodios están obligados a sacarlos, ya que no hacerlo puede generar problemas de vómito o inflamación en las vías urinarias, si no lo hacen cuando lo necesitan; esto pese a que puede resultar más tedioso por el protocolo de desinfección que deben seguir el humano y la mascota en cada salida,.
Y es que salir puede ser una costumbre muy arraigada en nuestras mascotas. Por ejemplo, si nuestro gato frecuenta salir, se va a estresar si deja de hacerlo. El problema es que un gato estresado se inmuno-deprime y cuando entra en ese estado, lo primero que se afecta son sus vías urinarias, que se agravan por el tipo de alimentación balanceada que se comercializa en el país. La mayoría de gatos, en determinado momento, tienen problemas por la presencia de piedras o arenilla en la vejiga y los riñones afectando las vías urinarias. Por eso hay que cuidar de ellos distrayéndolos, pero el entretenimiento es diferente al de un perro, porque su naturaleza es otra.
El gato es un animal que no pierde su instinto a pesar de que lo castren, lo que no sucede con los perros que pierden ciertos intereses cuando son castrados o esterilizados. El felino tiene instinto de caza, por ello, lo ideal es entretenerlo lanzándole cosas o sorprendiéndolo. Son muy atentos a los movimientos rápidos, así que el uso de un puntero láser será perfecto para invitarlo a jugar, solamente tengamos cuidado y no les apuntemos a sus ojos. Se deben buscar actividades que los saquen de la rutina y darles recompensas, porque ellos también responden de manera positiva ante los estímulos.
Por otro lado, mucho se ha especulado en este tiempo sobre la posibilidad de que los gatos y perros puedan transmitir el coronavirus a los humanos. Este temor generalizado es infundado porque el virus no es transmisible de manera ascendente con animales domésticos. Por ello no se justificaría el abandono de las mascotas. Ellos desarrollan otro tipo de coronavirus que no está asociado a las vías respiratorias, sino a su aparato digestivo, lo cual les produce vómito, diarrea y a veces sangrado a través de secreciones. Si bien es cierto, los perros y los gatos no son capaces de transmitirnos este virus, lo que sí pueden ser es portadores externos, es decir, hay que tener protocolos de desinfección si se los saca a pasear, además de mantener la distancia social recomendada. La mascarilla, los lentes y guantes son indispensables para el custodio. Lo ideal es tener agua y jabón líquido diluido para lavar las patas al perro y rociarle en el pelaje a contrapelo, esta mezcla tiene la capacidad de destruir la membrana de grasa que forra el virus y destruirlo al quedar expuesto al ambiente.
Lamentablemente, muchas personas no valoran lo suficiente el soporte emocional que es tener un perro o gato en casa, porque los animales son un aliciente en situaciones de angustia. Definitivamente, quien no esté conviviendo con una mascota está perdiéndose una cantidad significativa de beneficios psicológicos. Para empezar, los perros y los gatos, por su tamaño, son capaces de absorber la energía negativa de las personas, además estimulan el cerebro porque la forma de sus ojos está diseñada para generar ternura y al hacerlo el cerebro libera endorfinas produciendo sensación de bienestar. Tanto así que terapias clínicas alternativas usan animales de compañía para brindarnos asistencia y sobrellevar o superar problemas físicos, mentales o emocionales. La canoterapia, por ejemplo, o terapia con perros ayuda no solamente en aspectos psicológicos y físicos, sino también en aspectos de aprendizaje a cualquier ser humano que padezca de ansiedad, bipolaridad, autismo, síndrome de Asperger, entre otros.
En estos tiempos de crisis, nuestra percepción sobre la convivencia con nuestras mascotas definitivamente puede haber cambiado drásticamente; por ello, este año, vamos a investigar más a fondo este tema en la Universidad Casa Grande. El objetivo es evidenciar los beneficios psicológicos y sociales que nos aportan.
Es cierto que la cuarentena ha modificado diversos aspectos cotidianos de nuestra vida y adquirir alimentos para nuestras mascotas puede ser uno de ellos. Si por alguna razón se dificultara conseguirlo, se podría optar por dietas bajas en sal y grasas; teniendo cuidado con los alimentos que los puedan intoxicar, siempre será imprescindible contactar a un Veterinario para seguir sus indicaciones.
Finalmente, una vez que termine la cuarentena, lo más probable es que los animales resulten afectados por la separación. Sin embargo, tanto los perros como los gatos son animales que se adaptan a las circunstancias y pueden seguir en la convivencia retomando las costumbres anteriores; siempre y cuando el custodio sea responsable, amoroso y empático con su mascota, ello implica preocuparse por las necesidades físicas y emocionales de su perro o gato.