La mejor manera de conseguir vitamina D es salir 10 minutos al día a tomar sol; claro que en este momento por la cuarentena se complica, sin embargo, se recomienda conseguir una ventana o balcón en los cuales se pueda recibir el sol directamente. Es mejor salir con ropa ligera para poder recibir la mayor cantidad posible de luz solar y en lo posible hacerlo a primeras horas de la mañana o al final de la tarde para evitar las fuertes cargas de rayos ultravioleta.
El déficit de vitamina D tiene mucha repercusión en el organismo no solamente a nivel de prevención de infecciones, ya que trabaja sobre el sistema inmune; sino que su déficit también dificulta la absorción de calcio y lleva a problemas en los huesos, así como la osteoporosis.
La vitamina D tradicionalmente es utilizada como medida preventiva. Cuando se proporciona de manera continua, este suplemento puede fortalecer el sistema inmune para combatir futuras infecciones respiratorias. Generalmente en los países nórdicos, en donde reciben poca luz solar, las personas de edades más avanzadas tienen déficit de vitamina D. Finlandia, por ejemplo, tiene una política pública para que a todos los adultos mayores se les administre suplementos de vitamina D como una estrategia de medicina pública preventiva.
Con la ocasión de la pandemia del Covid-19, varios de los países que se han visto más afectados tales como Italia o España, han incluido dentro de sus estrategias terapéuticas administrar vitamina D para reforzar el sistema inmune, no solamente cuando el paciente ya está en el hospital con problemas respiratorios sino entre personas sanas con el fin de fortalecer sus defensas.
Cabe recalcar que la vitamina D en este caso no es el remedio mágico que cura la enfermedad, únicamente es un refuerzo para el sistema inmune, el cual es el encargado de luchar contra la enfermedad. La deficiencia de vitamina D no solamente se da en las personas de la tercera edad sino también en niños con raquitismo, una enfermedad muy común en países en vías de desarrollo como el nuestro. Se han visto casos de niños que nacen con raquitismo ( déficit congénito de vitamina D).
Existen suplementos médicos de vitamina D, pero estos deben ser recetados por un médico, únicamente en caso de que se haya indicado un déficit de esta vitamina. Ese resultado se lo consigue con un análisis de sangre.
La vitamina D, el 30% proviene del alimento y el restante lo producimos gracias a la exposición a la luz solar. Los alimentos que más vitamina D contienen son los aceites de pescado y los pescados como sardina, atún y salmón. Otras fuentes son los lácteos, los cuales además vienen fortificados con calcio y vitamina D (leche, queso, yogurt, mantequilla, crema de leche), así como la yema del huevo. Entre las fuentes vegetales tenemos el aguacate, el germen de trigo y champiñones.
Lamentablemente la mayoría de la población no está acostumbrada a complementar su dieta con frutas y verduras, así que no solamente van a tener déficit de vitamina D sino también de algunas otras vitaminas y minerales porque están acostumbrados únicamente a consumir carbohidratos, proteínas y grasas. Por otra parte el exceso de vitamina D puede producir hipercalcemia (exceso de calcio en sangre) y favorecer a su vez la formación de cálculos en los riñones. Es mejor que la persona acuda con un médico, para que después de realizar análisis de sangre determine si necesita o no reforzar alguna vitamina.
En estos momentos la dieta ideal para mantenernos alimentados y con las defensas altas es la conformada por una porción de proteína, una porción de carbohidrato, una porción de vegetales y como postre una porción de fruta para evitar el consumo de azucares refinados. Hay que recordar que en esta época no se puede hacer dietas restringidas, tales como la hipocalórica o la cetogénica, o dietas en las cuales se restringe un tipo de alimento específico. En este momento no son recomendables debido a que se necesita una alimentación equilibrada para mantener las defensas adecuadas que permitan combatir cualquier tipo microorganismo que pueda atacar al organismo, en este caso el coronavirus.
Una de las vitaminas más conocidas y controversiales en este momento, es la vitamina C. Muchas personas han acudido a las farmacias para abastecerse de esta; sin embargo, es necesario tomar en cuenta que las dosis orales de estos productos de venta libre muchas veces no son suficiente para fortalecer el sistema inmunológico.
El efecto curativo de las vitaminas sólo se da cuando existe un déficit de las mismas. En los países con gran número de contagios de Covid-19 sí se está usando la vitamina C como un complemento para el tratamiento, no con fines curativos específicos. Pero la están utilizando en megadosis; es decir, por vía intravenosa y bajo supervisión médica.