Millones de personas se encuentran en aislamiento a causa del Covid-19 por lo que las herramientas digitales son más demandadas a nivel mundial. Existen varias plataformas que facilitan la comunicación dependiendo a qué sector se dirige. Por ejemplo, en lo que respecta a la educación existe Moodle, que es una herramienta de gestión de aprendizaje de distribución libre, que permite entre otras cosas, el aprendizaje cooperativo y en línea. Esta plataforma es usada con éxito por la UCSG tanto para sus carreras presenciales como para las modalidades semipresenciales y a distancia, y ahora se la está utilizando para el semestre extraordinario. Mientras que las gestiones administrativas se siguen realizando a través de VPNs o Redes Privadas Virtuales, que nos permite acceder al Sistema Integrado Universitario desde nuestras casas, luego de realizar una autenticación de usuario.
Las plataformas sociales como Facebook, Linkedin, Instagram, Whatsapp o Twitter, son las que permiten la interacción con conocidos o clientes, para mantenerlos siempre al día de algún acontecer de interés internacional o incluso algo mas íntimo o familiar. Son canales de información especialmente útiles si se saben diferenciar las noticias reales de las falsas.
Están también las plataformas de comercio electrónico, esas que permiten hacer compras o trueques como Mercado libre, Amazon, las de mensajería como Glovo o Rappi, las de transporte como Cabify, Uber, In driver; los servicios de streaming como Netflix o Spotify, asesorías en línea, una consulta médica a través de telemedicina entre otras más. La infraestructura tecnológica que está detrás de estas plataformas se mantiene, la Internet y las telecomunicaciones se han vuelto hoy en día servicios básicos, como son la energía eléctrica o el agua potable.
Existen muchas formas de evitar que colapsen estos servicios en época de aislamiento social, la clave es tomar en cuenta que el internet llega a las casas a través de un canal, como si fuera una tubería de agua, si todos abren la llave al mismo tiempo, el chorro va a ser muy pequeño. Bajo esta analogía las personas podrían moderar el envío de contenido pesado, como videos en historias, que saturan los canales tanto cuando publican como al momento de ser vistos por los destinatarios. Si van a ver una película, intentar ponerse de acuerdo para que la puedan disfrutar en familia, y no que cada quien se baje una diferente por dispositivo. Balancear las llamadas para que no sean solo por voz sobre IP como Skype o Whatsapp, sino también usar las líneas celulares o fijas. Si se escucha música por streaming, descargar las canciones, para poder escucharlas fuera de línea. Si se va a necesitar mucho ancho de banda, dejar la actividad para horarios poco frecuentes como son las horas en la madrugada, y así, tratar de ser recursivos.
La infraestructura tecnológica que está detrás de estas plataformas se mantiene, la Internet y las telecomunicaciones se han vuelto hoy en día servicios básicos, como son la energía eléctrica o el agua potable
En esta época, en que las autoridades solicitan mantenerse en casa y salir solo si es muy necesario, varios ciudadanos han optado por hacer compras online. Pero, ¿cómo evitar ser estafados? Primero, cerciórese que está en una red segura. Muchas veces hay redes públicas que permiten navegar a los usuarios de manera gratuita, pero los hacen vulnerables de hackeo. Si no hay otro medio de conexión que una red de éstas, trate de usar una Red Privada Virtual o VPN que es una manera de encriptar la información impidiendo que intrusos la capturen.
Segundo, cuando abra un sitio cualquiera, al inicio del nombre están las letras http que identifican el protocolo del hipertexto. Cuando aparece una S al final es porque el sitio ha obtenido un certificado digital de autenticidad. Verificar esto no es infalible, pero si una característica mínima de confianza, es decir, si una página no tiene esta letra al final https://, entonces no se debe ingresar datos de tarjeta de crédito o de sus cuentas.
Desconfíe de todos los enlaces que no parten del sitio oficial de la entidad, sino que están en otras páginas, los que aparecen en ventanas emergentes o los enlaces que son enviados desde una red social de un conocido sin que haya conversado del tema antes. También asegúrese de leer todo el nombre de la página y descarte las que tienen otras palabras antes del nombre de la institución. Las faltas ortográficas dentro del texto de la web es una señal de alarma. Todo esto sirve para detectar páginas impostoras.
Active con su institución financiera las seguridades de confirmación de ingreso y aprobación de transacciones a través de mensajes SMS a su celular o correos electrónicos. También puede registrar los datos de su tarjeta en una plataforma que garantice la seguridad de los pagos en línea. Hay varias alternativas, pero PayPal sigue estando a la cabeza.
Cuando se compra o contrata en una plataforma C2C utilice portales reconocidos como Mercado Libre o AirBnB. Lo más recomendable es revisar la reputación o críticas del comprador, vendedor o anfitrión, también el número de veces que ha realizado una venta o servicio. Solo use la plataforma para comunicarse, no canales externos como llamadas celulares o correo. Evite que los pagos sean viernes en horario no laborable, o compruebe hasta que se efectivicen lunes por la tarde, para hacer la entrega del producto. Sospeche cuando el comprador o vendedor está muy apurado.
Si contrata un servicio de mensajería o transporte, prefiera los que ofrecen geolocalización, de esa manera usted puede controlar por dónde va su pedido, o si la unidad que los va a transportar está cerca. Los supermercados están publicando sus horarios de atención especial y también los servicios de mensajería informan que por la alta demanda, los tiempos de entrega están extendidos. Ademas de tomar en cuenta esta información, intente hacer primero una compra pequeña y cuando compruebe el servicio, haga una mas grande.
Si recibe llamadas automáticas pregrabadas es mejor colgar. Lastimosamente, en momentos de conmoción cuando las personas abren todos los enlaces que les envían sus conocidos, los estafadores aprovechan para enviar sus ataques disfrazados de algún beneficio gratuito o noticia nueva, si le llega un mensaje sospechoso, es mejor eliminarlo. Revisar las redes sociales de cuando en cuando también es útil, porque cuando un servicio falla o se implementa una nueva modalidad de estafa, los perjudicados suelen publicarlo prontamente y se viraliza.
Existen varias aplicaciones móviles o apps disponibles en el mercado. Se debe elegir bien cuál es muy necesaria, escuchando las recomendaciones de algún conocido que ya la haya probado. Cuando busque alguna, revise el número de descargas, la calificación de los usuarios y los comentarios, empezando por el más negativo. Al momento de instalarla lea todos los mensajes, en alguno le pedirá acceso a la información de su teléfono, lea las letras pequeñas y los acuerdos de confidencialidad. Lastimosamente todavía no hay un marco legal que garantice la propiedad de los datos personales que usan las empresas creadoras de apps, por eso hay que tener cuidado a cuál le damos esa facilidad de recolectarlos.
En estos momentos las llamadas telefónicas por línea fija o celular son invaluables, por varias razones. La interacción es personal y en tiempo real, esto hace la comunicación fluida con menor probabilidad de cortes de servicio de internet, además de poder percibir, a través de la voz y el tono, el estado de ánimo y las reacciones del interlocutor. No hay distracciones por video ni se ocupa ancho de banda para eso. No es necesario el almacenaje de datos como sería el caso de usar mensajería por texto, notas de voz o correos electrónicos. No hay posibilidad de incertidumbre, como sucede con las comunicaciones en tiempo diferido, cuando dejan a alguien en visto.
En este aislamiento preventivo podemos hacer uso de varias herramientas que nos permitirán tener reuniones familiares virtuales de manera simultánea, acortando la distancia y lo mejor: sin exponernos al Covid-19 y sin infringir las medidas establecidas por las autoridades.