Ese viernes 3 de enero, desde las 09:00, en el octavo piso de la Corte Nacional y luego de al menos dos diferimientos se desarrolló el juicio por el caso Sobornos 2012-2016. La jueza Daniella Camacho deberá decidir si llama o no a juicio a 24 procesados, entre los involucrados están el expresidente Rafael Correa, el exvicepresidente Jorge Glas y otros colaboradores de su gobierno como Alexis Mera, María de los Ángeles Duarte, Vinicio Alvarado, entre otros.
Según la Fiscalía, en el caso sobornos o también llamado “arroz verde”, los implicados habrían participado en una trama corrupta de financiamiento a las actividades proselitistas y festivas de Alianza País a cambio de constantes contratos con el Estado. La Fiscalía denunció la existencia de una estructura delincuencial bien organizada de cobros y pagos ilegales que sumaron $7.8 millones.
Después de un receso, a las 11:30 la audiencia se reinstaló. Tras un análisis general del caso. Aseguró que los hechos que componen el proceso, por sí mismos pueden configurar un cohecho que no prescribe. Lo que quiere decir que Correa, aunque no está en el país podría ser sentenciado e impedido de volver a ser candidato a cualquier dignidad.
Además, Camacho aceptó la exclusión de cuatro pedidos de pruebas, no se presentarán ni impulsos fiscales y escritos presentados en la instrucción fiscal, los testimonios de Gustavo Mora y María Egas, cónyuges de Viviana Bonilla y Christian Viteri. Tampoco se admitió los testimonios de José Santos y Carlos Villamarín, además de empresas y personas, como Odebrecht, que no están siendo investigadas.
Después de la audiencia todavía está previsto que se resuelva un pedido de revisión y sustitución de medidas por parte de Alexis Mera, quien tiene arresto domiciliario.