La tozudez del gobierno venezolano y la de Nicolás Maduro, en lo personal, para mantenerse en el poder no tiene límites. Eso lo evidencia las elecciones de este domingo, desconocidas por todas las democracias del mundo, gracias sobre todo a que Henry Falcón decidió mantenerse como candidato a la Presidencia por la llamada Avanzada Progresista.
Lo que será necesario analizar este domingo es el número de votantes que acudan a las urnas para determinar si el llamado hecho tanto fuera de Venezuela como al interior de ese país de no acudir a votar surtió algún efecto. Si es menos de 50% será un fracaso pese a todo el sainete que el chavismo montó alrededor de estas elecciones.
Yo creo que, al margen de los resultados, el gobierno va a salir mucho más debilitado después de las votaciones del domingo 20 de mayo. Maduro, que se ha mantenido en el gobierno en los últimos meses y en el último año con el sainete de las elecciones, da por supuesto que la farsa electoral del domingo lo confirmaría a él como presidente de Venezuela, luego de su fraudulento triunfo ante Henrique Capriles, pero tendrá una desilusión sobre todo si la asistencia electoral es muy baja o reducida en relación con las últimas elecciones presidenciales.
El chavismo, electoralmente, se va a debilitar mucho más si gana Maduro, como estaría previsto, con fraude electoral. Es un escenario poselectoral bastante complicado con un presidente débil, porque la mayoría de gobiernos de América y Europa ha desconocido de antemano ese proceso electoral en el que ha jugado un papel muy importante la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucerna.
Lucerna ha tomado una actitud que sale de su ámbito. Con un lenguaje falto de toda moral y ética ha salido a decir que el Consejo Electoral que preside es neutral y limpio. En Venezuela nada es confiable, todas las instituciones están corrompidas. Eso sigue obligando a la gente a emigrar masivamente a otros países. Acá en Ecuador llegan profesionales venezolanos a realizar cualquier tipo de actividad, incluso en las calles. Y esto ocurre no solo en Ecuador, sino en todos los países de la región como Colombia, Perú, Chile, Argentina y Brasil, sobre todo en el estado de Roraima que es limítrofe con Venezuela.
Tratar de esconder la crisis política, económica y humanitaria de ese país es imposible. Pero los ingresos del petróleo son tan cuantiosos que el gobierno de Maduro ha podido sostenerse en medio de una crisis impresentable. Al margen de todos los negocios ilícitos alrededor de los líderes del chavismo que ha denunciado la exfiscal venezolana, Luisa Ortega Díaz.
Nadie sabe a ciencia cierta lo que podría hacer el gobierno chavista si se queda sin los recursos del petróleo por A, B o C circunstancia. Más del 90% de los ingresos fijos de los gobiernos de Venezuela siempre han llegado del petróleo, en estos momentos son todos los que tiene Maduro.
Ahora es incierto el escenario en caso de un triunfo de Henri Falcón, pero es necesario recordar que él fue chavista. Y como tal podría tejer alguna especie de acuerdo con Maduro, porque sus ansias de participar en el proceso electoral llamaron mucho la atención. Es algo que no tiene medida. La ambición de Falcón de querer ser presidente es igual a la de Maduro de mantenerse en el poder.
A Falcón le será casi imposible tomar las riendas de un gobierno, porque con la salida del chavismo del poder solo quedará reconstruir un país. Y tomará unos 25 años o 30 años para que Venezuela vuelva a ser lo que fue. Será un proceso bastante largo y Venezuela necesitará al menos una generación, como mínimo, para poder encaminar su economía, todos sus sectores productivos de la industria, el turismo…
En caso de que gane Falcón, además, el escenario será igual de complicado al que tendría Maduro porque su designación tampoco será legítima. No es un proceso legítimo para sus ambiciones electorales. Y sería jefe de un gobierno que secundó un proceso desconocido en todos lados.
Falcón secundó un proceso electoral que nunca debió concretarse. Es un cómplice de este proceso, porque si hubiera retirado su candidatura habría ayudado a debilitar aún más estas elecciones fraudulentas y la campaña de Maduro porque no habría tenido oponente.
Tan incierta es la situación de Venezuela, en caso de un eventual triunfo de Henry Falcón, como incierta ha sido la posición de Ecuador sobre Venezuela. El Presidente Lenín Moreno al menos ha guardado silencio en torno al tema, ha mantenido la prudencia, pero conserva como su canciller a María Fernanda Espinosa que parece anda buscando inversiones en Rusia. Y luego de su posición ambigua sobre lo que ocurre en Venezuela será difícil que pueda conseguir el apoyo de los países en su afán de presidir la Asamblea General de las Naciones Unidas.
La crisis en Venezuela, cualquiera sea el resultado del domingo, no se aliviará en nada, seguirá deteriorándose en todos los ámbitos, en el político, económico, social y humanitario.
Venezuela ha pasado a convertirse en un espejo de todo lo que ocurre en la tenebrosa cárcel del Helicoide donde varios presos políticos venezolanos y un estadounidense mantienen una protesta. Mientras el fiscal de Venezuela daba una visión de que al interior no ocurría nada, la cadena CNN mostraba la otra realidad: la situación de los presos comunes y de los menores de edad que están ahí. Son reductos abandonados, con personas encerradas sin ningún proceso legal, sin ninguna atención, sin acceso a los servicios de salud, a la alimentación.
El Helicoide es un espejo de lo que se ha convertido Venezuela, una imagen triste de lo que pasa en Venezuela. Si se pudiera hacer un paneo en todos los barrios, las ciudades y los rincones de ese país podría sacarse una muestra de un universo lleno de problemas. La salida masiva de venezolanos lo dice todo. Qué más pruebas quieren los gobiernos que todavía apoyan a ese régimen. Maduro intenta hacer en Venezuela lo que los Castro hicieron en Cuba.