Los nuevos modelos de contratos en el sector privado, anunciados por el Ministerio de Trabajo, que entrarán en vigencia el próximo 1 de mayo de 2018, podrían tener un efecto multiplicador en el empleo. La medida de ninguna manera pretende la precarización laboral, sino es una oportunidad que brinda facilidades de empleo estacional y temporal para todos los ecuatorianos.
En la actualidad, el mercado laboral es muy rígido. Contrario a ello, la normativa ayudará a reestructurar los costos de producción y dinamizar la economía. El salario podrá ser cancelado diaria, semanal, quincenal o mensualmente conforme el acuerdo con el empleado. En principio, se aplicará en sectores como el florícola, el bananero, el turístico, el de la construcción y el ganadero. Son sectores que realmente necesitan potenciarse.
En el caso del sector bananero, el contrato será de 36 horas semanales, distribuidas en seis días a la semana, siempre y cuando no supere las ocho horas diarias lo que propiciará el sinceramiento de la realidad laboral en el campo. Para el sector florícola existirán dos tipos nuevos de contratos. Uno donde la jornada será de 40 horas semanales, durante seis días a la semana, sin superar las ocho horas diarias. Otro donde se aplicará por actividad específica y se renovará por cada ciclo de trabajo.
La normativa genera expectativas y es una importante oportunidad que el sector privado debe explorar para generar mayores plazas de trabajo. Las empresas también tendrán un menor costo laboral porque ya no será necesario contratar a un trabajador a tiempo completo. Por ejemplo, una compañía que desarrolla eventos cada cierto tiempo podrá contratar a las personas en función de la actividad económica y no de un contrato fijo. Así mismo, el trabajador también se beneficiará del tiempo libre que podrá dedicar a otra actividad.
Es importante entender que los distintos actores (Estado, empresas, emprendedores, empleados…) deben estar claros en las normativas para que no existan malos entendidos, como lo sucedido en el gobierno anterior que eliminó la flexibilización laboral. Debe verse como una oportunidad para el sector privado en aras de fomentar la creación de puestos de trabajo directos indirectos.