Un reciente reportaje del New York Times concluye que varias políticas implementadas en el gobierno de Rafael Correa contribuyeron a que Ecuador se transformara en un corredor clave para el tráfico internacional de drogas. Según el medio estadounidense, la eliminación de la base de patrullaje norteamericana en Manta, la fragilidad institucional y el debilitamiento de ciertos organismos de control permitieron un crecimiento sostenido de las actividades delictivas.
El informe destaca que Ecuador pasó de ser un país de tránsito ocasional a convertirse en un punto central de exportación hacia Estados Unidos y Europa. Las rutas, antes dispersas, se consolidaron progresivamente a medida que grupos criminales colombianos y mexicanos identificaron oportunidades logísticas y menor resistencia estatal.
También se señala que, mientras la economía ecuatoriana atravesaba períodos de estabilidad, los puertos y corredores viales comenzaron a ser utilizados con mayor frecuencia para el envío de cargamentos ilícitos. El fortalecimiento del crimen organizado en regiones estratégicas del país se agravó durante la última década, con redes que lograron infiltrar estructuras locales.
El artículo advierte que, aunque gobiernos posteriores han impulsado esfuerzos de seguridad y cooperación internacional, la magnitud del problema requiere reformas profundas y una coordinación regional sostenida. El informe ha generado reacciones políticas dentro del país, mientras expertos coinciden en que Ecuador enfrenta un desafío estructural de largo plazo.
Relevancia para Ecuador:
La investigación subraya la urgencia de reforzar puertos, rutas y controles fronterizos. Para Ecuador, enfrentar este fenómeno implica una estrategia integral que involucre cooperación internacional, inteligencia, reformas judiciales y fortalecimiento institucional.
Pie de foto: Mapa nocturno de Ecuador con rutas iluminadas que simbolizan corredores utilizados por el narcotráfico.
Crédito: Imagen generada con IA para Dialoguemos.ec

