Nicolás Maduro anunció la ampliación de sus poderes mediante un decreto de “conmoción exterior”, en respuesta —según el Gobierno— a la “agresión de Estados Unidos”. La medida le otorga facultades extraordinarias para intervenir en servicios públicos, controlar instituciones estratégicas e incluso cerrar fronteras.
El estado de excepción, criticado por organizaciones de derechos humanos y la oposición, profundiza la concentración de poder en el Ejecutivo venezolano y limita aún más las garantías ciudadanas. “Es un nuevo paso hacia la militarización de la vida nacional”, señalaron líderes opositores.
Analistas consideran que la medida busca blindar políticamente al régimen frente a presiones externas e internas, al mismo tiempo que refuerza el control sobre la población en un contexto de crisis económica y migratoria.
Estados Unidos y varios gobiernos latinoamericanos condenaron el decreto, calificándolo como un intento de Maduro por perpetuarse en el poder bajo excusas de seguridad nacional.
Relevancia para Ecuador:
Cualquier escalada política en Venezuela repercute en Ecuador, uno de los principales receptores de migrantes venezolanos. La medida podría acelerar nuevas olas migratorias y afectar la estabilidad regional.
Foto de Portada: Nicolás Maduro en uniforme militar durante anuncio oficial.
Crédito de Fotografía: El País