Francia atraviesa una de sus peores crisis políticas y económicas en las últimas décadas, tras la caída del gobierno encabezado por el primer ministro, François Bayrou, quien presentó su renuncia luego de semanas de inestabilidad parlamentaria. La Asamblea Nacional no logró consensuar una mayoría estable, lo que paralizó la gestión gubernamental y agudizó la incertidumbre.
La crisis política llega en un contexto económico complicado, con inflación persistente, desaceleración del crecimiento y un déficit fiscal que preocupa a los mercados europeos. Las tensiones sociales también se han incrementado: sindicatos y organizaciones ciudadanas mantienen protestas contra las reformas económicas y la pérdida de poder adquisitivo.
El presidente francés deberá designar a un nuevo primer ministro con capacidad de reconstruir alianzas, aunque analistas advierten que será difícil superar la fragmentación política. La falta de gobernabilidad genera inquietud en la Unión Europea, donde Francia juega un papel clave en las decisiones económicas y de seguridad.
Relevancia para Ecuador
La crisis en Francia repercute en la economía global y en la estabilidad de la Unión Europea, lo que puede impactar en las relaciones comerciales y en la cooperación internacional con países latinoamericanos, incluido el Ecuador.