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Desarrollan IA éticamente responsable capaz de predecir hasta 1.000 enfermedades

Laboratorio moderno con pantallas médicas y de ADN, que representan el avance de la IA en salud. Foto: Ilustración generada, estilo fotoperiodístico.

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Un equipo de científicos ha desarrollado Delphi-2M, un modelo de inteligencia artificial que permite anticipar con décadas de antelación el riesgo de más de mil enfermedades diferentes, basándose en historiales médicos extensos y datos longitudinales. El modelo ha sido presentado recientemente en Nature y comparado con herramientas existentes, demostrando una precisión igual o superior en varios casos de estudio.

Para proteger la privacidad de los pacientes, Delphi-2M emplea técnicas de anonimización y generación de datos sintéticos, de modo que no se comprome­ta la identidad de los sujetos. Además, sus desarrolladores subrayan que el objetivo no es predecir solo enfermedades aisladas, sino trazar trayectorias de salud, identificar poblaciones de alto riesgo y sugerir intervenciones preventivas.

El modelo funciona con datos recopilados de miles de personas en diferentes países y se ha probado con historiales clínicos largos. Las predicciones abarcan enfermedades crónicas, degenerativas y metabólicas, lo que podría tener un gran impacto en salud pública, si se logra integrar en sistemas de atención preventiva. Pero también hay desafíos: sesgos en los datos, acceso desigual a los historiales médicos, regulaciones de privacidad, ética del uso de datos y el riesgo de dependencia excesiva en predicciones algorítmicas.

Relevancia para Ecuador:
Un modelo como Delphi-2M ofrece un horizonte muy prometedor para Ecuador, país que enfrenta retos crecientes en salud pública, enfermedades crónicas y desigualdad en acceso al servicio médico. Si se adapta adecuadamente, puede facilitar diagnósticos tempranos, mejorar la detección de riesgo en poblaciones vulnerables, optimizar la asignación de recursos sanitarios y reducir costos hospitalarios.

Además, plantea la necesidad de establecer marcos éticos claros, políticas de protección de datos, capacitación técnica y garantizar que la tecnología esté al servicio de toda la población, no solo de quienes puedan pagarla.

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