Un informe reciente del INEC y datos de organismos internacionales confirman que Ecuador atraviesa un alarmante descenso en su tasa de natalidad. En los últimos años, el número de nacimientos ha disminuido a niveles históricamente bajos, lo que anticipa un futuro con una población cada vez más envejecida y menos fuerza laboral activa.
En 2023 nacieron cerca de 200.000 niños, una cifra que representa una caída del 30% en comparación con hace dos décadas. Las causas incluyen factores económicos, culturales, acceso a métodos anticonceptivos y cambios en los proyectos de vida de las nuevas generaciones.
Expertos en economía y demografía advierten que, de mantenerse esta tendencia, el país enfrentará una reducción de la población en edad de trabajar, lo que afectará la sostenibilidad del sistema de pensiones, aumentará la presión sobre el sistema de salud y ralentizará el crecimiento económico.
El fenómeno, ya visible en países europeos y asiáticos, plantea enormes desafíos para la planificación pública y la inversión en políticas que fomenten la natalidad o que se adapten a una nueva estructura demográfica.
Relevancia para Ecuador:
Este tema impactará directamente en el futuro del país. Las decisiones que se tomen hoy, desde la política social hasta la previsión económica, marcarán el rumbo de una nación que podría envejecer antes de haber alcanzado el desarrollo.