HISTORIA
El Plan Regulador Urbano de la ciudad (1942), concebido por el AR. Guillermo Jones Oriozola define a la zona de la Carolina como centro deportivo de la ciudad. Años más tarde, el Municipio de Quito, bajo la administración de Don Ricardo Chiriboga Villagómez, alcalde, encarga al Arq. checoslovaco Oscar Etwanick el diseño del Estadio Olímpico Municipal de El Batán. Su construcción se confió a la empresa MenaAtlas en 1948. La infraestructura se culminó apropiadamente y se inauguró el 25 de noviembre de 1951.
Para inicios de los sesenta, se le dona el uso de la instalación a la Concentración Deportiva de Pichincha CDP, quien luego de un proceso abierto, en 1963, cambia la denominación a Estadio Olímpico Atahualpa. El 4 de diciembre de 1969, se inauguran las torres de iluminación del estadio.
La CDP realiza inversiones para adecuar el estadio a la necesidad del momento.
LA DONACIÓN
El contrato de donación entre el Municipio y la CDP, como cualquier contrato de donación de bienes públicos como el Estadio Olímpico Atahualpa, tiene un objetivo principal y el incumplimiento de este fin principal puede permitir una reversión. A saber, el objetivo fundamental era o es su uso para fines deportivos o beneficio de la comunidad, existiendo otras condiciones específicas tales como: mantenimiento, construcción de nuevas instalaciones, no cesión de uso del bien a terceros (permanente) y entrega de entradas (500) a estudiantes municipales de los eventos que se realicen en la instalación.
En un contrato de donación, la reversión generalmente solo es posible si se incumple con el objeto principal o las condiciones específicas establecidas en el contrato. En este caso, si el objeto principal de la donación del Estadio Olímpico Atahualpa era su uso para fines deportivos o beneficio de la comunidad, la reversión podría ser procedente si se demuestra que la Concentración Deportiva de Pichincha ha incumplido con ese objeto principal.
La administración actual del Municipio de Quito considera que, la CDP ha incumplido con el contrato de donación y por ello pretende iniciar un proceso de reversión de la donación del estadio, con el objetivo de recuperar este espacio emblemático para la ciudad y garantizar su uso adecuado bajo un modelo de gestión eficiente.
Si la Concentración Deportiva de Pichincha no ha incumplido con el objeto principal de la donación, es probable que la reversión del estadio no sea procedente. En ese caso, el Municipio de Quito tendría que demostrar que hubo un incumplimiento grave y significativo que justifique la reversión.
La Concentración Deportiva de Pichincha podría considerar acciones de protección. Depende de lo que esté estipulado en el contrato de donación. Si el contrato establece que el mantenimiento de la infraestructura es una condición fundamental para la donación, y la Concentración Deportiva de Pichincha incumple con esa condición, podría ser motivo para la reversión. Sin embargo, si el contrato no lo establece explícitamente, podría ser más difícil justificar la reversión solo por ese motivo. Los abogados de lado y lado esgrimirán sus argumentos para alcanzar el objetivo de cada uno, la reversión el Municipio o mantener la donación la CDP.
En contratos de donación, las cláusulas específicas buscan proteger la inversión en infraestructura para el interés público y asegurar que el bien donado se utilice para el fin previsto.
EL URBANISMO
La ciudad concebida por los expertos en urbanismo, como el espacio apropiado, sostenible, funcional y estéticamente agradables para los ciudadanos, para la movilidad, el equipamiento y la calidad de vida, es dinámico y flexible para adaptarse a los requerimientos y las necesidades que se actualizan.
El desarrollismo urbano, sin control, ha cambiado todos los espacios de la ciudad. Ejemplos diversos como la Plaza de Toros, el aeropuerto internacional, las terminales terrestres, las vías rápidas para cruzar la ciudad Occidental y la Oriental (hoy avenidas), explican la mutación de la ciudad como un ente vivo que, ante una falta de planeación urbana, sucumbe al desarrollismo.
El estadio Olímpico Atahualpa está encerrado por el urbanismo, gracias a la inacción de todas las administraciones municipales desde 1960 y ha perdido completamente su funcionalidad y el beneficio para la comunidad. Por tanto, es imprescindible reconsiderar el espacio que alberga y el su uso.
Un ejemplo a seguir es la decisión conjunta entre el gobierno nacional y la administración municipal (Alcalde Paco Moncayo) que culminó en 2012, con la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de Quito, en Tababela y el cierre de las instalaciones en el barrio de la Concepción, hoy una facilidad intrascendente.
LA MIOPIA o viveza criolla
Algunos personajes públicos se estarán frotando las manos con la oportunidad de seguir usufructuando personalmente de iniciativas de desarrollo inmobiliario de altura. Ya estarán ideando como amañar el proceso para recibir su tajada, pero esta vez no se lo podemos permitir, no debemos permitirlos.
La miopía les ciega la visión de responder como funcionarios públicos a las necesidades de los ciudadanos, de todos los ciudadanos: los que vivimos aquí en Quito, los turistas nacionales; y, los internacionales.
Están buscando inversionistas privados para un proyecto de desarrollo inmobiliario, pues se les cayó el proyecto del hotel Quito, ¿recuerdan? Esta es la viveza criolla.
EL ATAHUALPA MODERNO
Culturalmente me quiero referir a la razón fundamental para llamarlo Atahualpa al estadio olímpico Municipal de El Batán. Alfredo Pachel Rivera sugirió que sea una figura histórica de corte criollo, Atahualpa, el último soberano independiente del Tahuantinsuyo y así rendir homenaje a la identidad ecuatoriana. Hay todo un bagaje cultural detrás, no solo de la ciudad sino también del país entero. Debemos seguirlo manteniendo, lo reformulamos, lo modernizamos o seguimos rindiendo falsos homenajes.
Este proyecto o esta iniciativa es tan importante para la ciudad de Quito y para el país, que merece el tratamiento apropiado y de altura, no es una simpleza, traer inversionistas y listo. El país, la ciudad está cansada de esos procedimientos amañados. Debemos confiar en la Presidencia de la República para que ésta avale la iniciativa pues tiene efecto inmediato en la atracción turística que se puede generar, lo cual tiene implicaciones económicas, sociales, ambientales y políticas.
Se podría crear un grupo de tarea, no político, con una sola finalidad, escoger la mejor opción para el nuevo Atahualpa. Presidiría la Oficina de la Presidencia de la República, e incluiría a un representante de: la Administración Municipal, de UNESCO, del BID, y del Colegio de Arquitectos del Ecuador. Total, cinco personas profesionales con capacidad reflexiva para determinar el camino a seguir y los procedimientos necesarios de un concurso de ideas e iniciativas para el Atahualpa Moderno. Una de ellas puede ser la remodelación del estadio de forma integral. Otra, una zona de conocimiento para el arte, deporte, salud y entretenimiento. En fin, puede haber algunas y por esta razón debe ser un proceso pulcramente liderado.
Los estadios han evolucionado más allá de ser simples escenarios para la celebración de partidos y competiciones; se han convertido en motores de cambio para las ciudades donde se localizan. Su impacto se extiende a aspectos económicos, sociales, culturales, ambientales y urbanísticos. La conceptualización de los estadios y los modelos de negocio determinan el punto de partida en la construcción o en una reforma. Este estudio previo es esencial para analizar factores clave como el urbanismo, la funcionalidad y uso que se dará al estadio, la sostenibilidad, los servicios, la experiencia del espectador, la seguridad y el uso de tecnologías avanzadas.
La construcción o reforma de estadios públicos o privados implica inversiones significativas, que requieren estrategias inteligentes para asegurar que los clubes puedan maximizar la rentabilidad y diversificar sus ingresos durante los 365 días del año. La clave para lograrlo radica en una gestión eficiente y en contar la experticia de un operador de confianza.
En el caso del fútbol, el financiamiento apropiado, ha permitido a clubes, municipios y otros propietarios, invertir en infraestructuras más allá de sus estadios, creando auténticas ciudades en sus instalaciones, que combinan deporte, salud y educación en un único espacio: ciudades deportivas, academias, centros médicos, salas de arte y deporte extremos, muy de moda.
No se trata de ponernos de acuerdo entre amigos y resolver por la ciudad, por sus ciudadanos, se trata de hacer participar a los ciudadanos en la decisión.