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Sin periodismo, la democracia pierde

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El 3 de mayo se conmemoró el día de la Libertad de Prensa y horas después la organización Reporteros sin Fronteras presentó su informe 2025 sobre el periodismo a escala mundial. Lamentablemente, las razones para mantenerse preocupado por esta profesión siguen siendo latentes.

Anne Bocandé, directora Editorial de RSF, en el comunicado enviado por la organización, sostuvo que para “garantizar un espacio mediático plural, libre e independiente requiere condiciones económicas estables y transparentes. Sin independencia financiera, no hay prensa libre. Cuando los medios de comunicación son económicamente frágiles, se ven arrastrados a la carrera por la audiencia, a costa de la calidad, y pueden convertirse en presa de los oligarcas o de responsables políticos que los instrumentalizan”.

Digámoslo de otra forma: si no logramos que los medios de comunicación tengan un negocio rentable, sufrirán quienes se dedican a la profesión (por falta de empleo, salarios bajos y sin reconocimiento de otros derechos laborales) y la sociedad en su conjunto, porque tendrá cada vez menos espacios donde buscar información contrastada, verificada y contextualizada.

En una época en donde la desinformación es un problema mayúsculo, es importantísimo que los periodistas hagan su aporte, que no es otro más que contar lo que ocurre en un país, de una manera que quien lo lea, vea o escuche entienda lo que ocurre, sin que medien los riesgos y los desafíos para ello. El trabajo de la prensa bien hecha ayuda a romper mitos, creencias y mentiras. Baja el volumen de quienes gritan a todo pulmón sus convicciones, muchas veces basadas en sus fantasías y en su ignorancia.

Al ser ese el trabajo de la prensa, los periodistas tienen un compromiso ético altísimo y la necesidad de formación permanente, de educación, que ayude en este complejo proceso de discusión pública.

En países donde la corrupción y la violencia dominan, y parte de sus consecuencias son la muerte de periodistas (uno de los apuntes preocupantes que hace esta organización), se requiere del compromiso de los diferentes sectores (económicos, sociales, académicos, políticos) y del mismo Estado para que la prensa se fortalezca y continúe con su trabajo.

Ese aporte se traduce, por ejemplo, en inversión publicitaria, oportunidades de formación, en suscripciones, en apoyo a organizaciones que trabajan a favor de los periodistas, en normas que protejan a los medios, en acceso a la información, en transparencia de gestión, en seguridad… Se requiere de una madurez democrática del resto de la sociedad, para sumarse a proteger la calidad informativa, que se traduce también en pluralismo, en responsabilidad, en oportunidad… en periodismo, con una saludable libertad de prensa.

 

Artículo publicado en El Comercio el 7 de mayo de 2025

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