El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., ha acusado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de haber fracasado en su misión y de ceder ante los intereses de China. En un discurso dirigido a la asamblea anual de la OMS, Kennedy instó a otros países a abandonar la organización y a crear instituciones alternativas que garanticen una gestión más transparente y equitativa de la salud global.
Kennedy afirmó que la OMS está bajo una influencia indebida de China, de la ideología de género y de la industria farmacéutica. Estas declaraciones se producen en un contexto en el que Estados Unidos ha anunciado su salida de la OMS, efectiva a partir del 22 de enero de 2026, alegando una carga financiera desproporcionada en comparación con otros países, particularmente China.
La decisión de Estados Unidos ha generado preocupación en la comunidad internacional, ya que su contribución representa entre el 30% y el 40% del presupuesto de la OMS. El director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha anunciado un plan para reducir costes y mejorar la eficiencia, que incluye la congelación de nuevos contratos y la suspensión de mejoras en las oficinas.
La salida de Estados Unidos de la OMS y las críticas de Kennedy han abierto un debate sobre la necesidad de reformar las instituciones internacionales de salud y garantizar su independencia frente a influencias políticas y económicas. Mientras tanto, la OMS enfrenta el desafío de mantener su liderazgo en la coordinación de la respuesta global a las crisis sanitarias.