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Empoderado y disruptivo: América Latina ante Trump 2.0

Tiempo de lectura: 3 minutos

 

El 20 de enero de 2025 toma posesión como presidente de Estados Unidos un Donald Trump empoderado por su robusto respaldo popular y con las dos cámaras del Congreso en manos republicanas durante los dos próximos años.

Un Trump que sabe que este segundo es su último mandato y que ha practicado una retórica disruptiva desde antes de tomar posesión, dando infinidad de titulares a los medios de comunicación.

“Es una barbaridad decir a estas alturas que te vas a anexar el canal de Panamá. Pero Trump lo dice y lo repite. Que diga barbaridades no es nuevo, pero vamos a ver a un Trump aún más empoderado, porque su victoria es indiscutible”, dice a Deutsche Welle Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés).

Entre lo punitivo y lo transaccional

Durante el primer período de Trump, América Latina no fue una prioridad en la agenda estadounidense, aunque hubo acciones puntuales, como en el tema de Venezuela.

Un vistazo a las personas de las que se ha rodeado hace pensar que las cosas esta vez pueden ser diferentes. Es un equipo variado, que oscila entre lo ideológico y lo pragmático, entre el punitivismo contra los autócratas y lo transaccional para favorecer los negocios.

“Creo que eso es una buena cosa. Por un lado, está el secretario de Estado, Marco Rubio, de origen cubano, que está muy a favor de las sanciones a los Gobiernos autocráticos de izquierda: Cuba, Nicaragua, Venezuela. También está Mauricio Claver-Carone, arquitecto de la estrategia de ‘presión máxima’ hacia Venezuela en el primer mandato de Trump. Por otro lado, está Richard Grenell como Enviado Especial para Venezuela, alguien que ha conducido negociaciones directas con Maduro y está en contacto con muchos inversionistas y empresarios, una persona que está en contra de las sanciones”, enumera Chris Sabatini, investigador principal para América Latina en el think tank Chatham House.

Tener un secretario de Estado hispano y con tantos lazos con diversos países en América Latina es algo inédito, pero las crisis a nivel internacional se multiplican, y eso podría volver a relegar la región a un segundo plano: “Reconozco que el corazón de Marco Rubio está en América Latina, pero tiene que tener cuidado con no prestarle demasiada atención, porque es el diplomático más importante del país y debe ocuparse de temas globales que son sumamente complejos”, destaca a DW Michael Shifter, profesor en el Centro de Estudios Latinoamericanos de Georgetown y expresidente del think tank Inter American Dialogue.

Sin duda, el mundo de 2025 no es el de hace cuatro años. “El propio Trump acabó decepcionado ante la política de ‘máxima presión’, que no condujo a cambios. Ahora tenemos una migración venezolana queriendo llegar a la frontera con EE. UU. y una guerra de Rusia en Ucrania y otra en Medio Oriente, lo que genera preocupaciones a nivel energético”, analiza Carolina Jiménez Sandoval. Eso implica que, si Trump quiere deportar venezolanos por vía aérea, deberá negociarlo con el país de origen. Y si tiene interés en continuar la explotación en las concesiones petroleras en Venezuela, tendrá que relajar sanciones.

Migración, cárteles y fentanilo

Un tema políticamente candente en Estados Unidos es la crisis sanitaria provocada por el fentanilo. También lo es el crimen organizado y los carteles de México. “Trump va a aplicar mucha presión sobre el Gobierno de Claudia Sheinbaum para que actúe”, apunta Michael Shifter.

Hay voces en EE. UU. que reclaman que Estados Unidos tome cartas en el asunto. Parte del “trumpismo” ha llegado incluso a hablar de intervenciones militares en México para destruir laboratorios de fentanilo y contra los carteles, lo que implicaría la violación de la soberanía de aquel país.

“Esto generaría una crisis hemisférica, porque México recibiría una contundente solidaridad inmediata de otros países latinoamericanos, como Brasil o Colombia”, advierte Jiménez Sandoval. “Sería un precedente muy peligroso y dejaría muy trastocada la relación de EE. UU. con América Latina”.

Estados Unidos, China y América Latina

Desde su victoria electoral, Donald Trump ha amenazado repetidamente con aranceles a los productos chinos. Su guerra comercial con el gigante asiático puede determinar el trato con los  numerosos países de América Latina que tienen una relación económica avanzada con aquel país.

“Trump sabe que no se pueden cortar esos de un día para otro, pero sí puede haber más presión y amenazas de aranceles, para que esa relación no se siga profundizando, para tratar de reducir la presencia de China en las economías de la región”, dice Michael Shifter.

En ese sentido irían las amenazas de Mauricio Claver-Carone sobre los aranceles del 60 por ciento para cualquier producto que pase por el puerto chino de Chancay, en Perú. “Las amenazas y la presión son las herramientas que podemos esperar en la gran competencia China-Estados Unidos. Son las preferidas por Trump, ese es su estilo, pero esto podría tener un efecto contraproducente y acercar esas economías aún más a China”, advierte Shifter.

(cp)

Texto DW

https://www.dw.com/es/empoderado-y-disruptivo-am%C3%A9rica-latina-ante-trump-20/a-71319342

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