“Después de Gaza y Líbano, hoy comenzamos, con la ayuda de Dios, a cambiar la situación de seguridad en Judea y Samaria (el nombre bíblico para Cisjordania)”, anunció este martes el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich.
Poco antes, el Ejército iniciaba una redada a gran escala en Yenín, en el norte del ocupado territorio, que hasta ahora se ha cobrado la vida de nueve palestinos y herido a otros 35.
Apenas dos días después de que entrara en vigor el alto el fuego en la Franja de Gaza, la atención de las fuerzas armadas se ha desviado a Cisjordania: decenas de excavadoras han accedido a Yenín y su campo de refugiados junto a las tropas israelíes, y se han registrado ataques con drones y disparos desde helicópteros del Ejército.
En un movimiento poco habitual, la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunció públicamente el inicio de la operación, apodada “Muro de hierro”: “Estamos actuando sistemáticamente y con decisión contra el eje iraní dondequiera que envíe sus armas, en Gaza, Líbano, Siria, Yemen y Judea y Samaria”.
Los videos grabados en la ciudad y su campamento de refugiados muestran cómo las excavadoras israelíes avanzan por las calles arrasando las carreteras.
En uno de ellos, un anciano cruza la calle cargando con una bolsa mientras los disparos impactan cerca de sus pies. En otro, un enfermero que camina junto a otro hombre por la calle tiene que salir corriendo cuando alguien abre fuego contra ellos.
En los canales del servicio de emergencias de la Media Luna Roja Palestina, los anuncios del traslado de heridos por disparos desde distintas zonas de la ciudad a los hospitales se convirtieron en una constante a medida que avanzaba la tarde.
“Las fuerzas de la ocupación (Israel) evitan que nuestros equipos alcancen a los heridos dentro del campamento de refugiados cuando recibimos los informes”, aseguraba el grupo esta mañana.
Hamas llama al contraataque
Tras el anuncio de la ofensiva, el grupo terrorista Hamas incitó hoy tanto a los civiles palestinos como a sus milicianos a responder al Ejército israelí y contraatacar.
“Llamamos a las masas de nuestro pueblo en Cisjordania y a su juventud revolucionaria a movilizarse e intensificar los enfrentamientos contra el Ejército de ocupación en todos los puntos, y a trabajar para frustrar la extensa agresión sionista contra la ciudad de Yenín”, dijo el grupo en un comunicado.
Hamqs acusó también a las fuerzas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), en manos del partido secular Fatah, de haber abandonado Yenín para permitir la operación de las tropas israelíes en lugar de defender a los palestinos.
Las fuerzas de seguridad de la ANP (que gobierna en partes reducidas de Cisjordania) concluyeron el viernes una operación de 42 días en Yenín que se saldó con la muerte de policías, milicianos y civiles, y que desde las facciones palestinas se vio como una muestra de poder de la ANP para demostrar a Israel su capacidad de gestionar la seguridad en Gaza tras el alto el fuego.
La Yihad Islámica Palestina, uno de los movimientos predominantes en el campamento de Yenín, también aseguró que Netanyahu trata de “salvar su tambaleante coalición de Gobierno” con la operación en Cisjordania, tras haber “fracasado” en Gaza.
Más tropas en Cisjordania
El sábado, cuando aún faltaban horas para que el alto el fuego entrara en vigor, el Ejército israelí advirtió de que se preparaba para incrementar su presencia en Cisjordania con hasta siete compañías, con motivo de la liberación de prisioneros palestinos que contempla el acuerdo, a cambio de los rehenes.
Entre los socios radicales de Netanyahu (como el ya exministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, o el titular de Finanzas, Smotrich) la liberación de prisioneros palestinos hizo que al acuerdo le valieran calificaciones como “desastroso” o un “peligroso”.
El apoyo de al menos uno de ellos es imprescindible para que Netanyahu mantenga la actual coalición de Gobierno, por lo que, en vistas a la dimisión de Ben Gvir, el primer ministro se reunió hasta en cinco ocasiones con Smotrich para evitar que abandonara el Ejecutivo.
Numerosos medios israelíes difundieron que Netanyahu puso sobre la mesa incrementar la presencia israelí en Cisjordania como condición para que Smotrich no abandonase la coalición. Cuando el Ejecutivo votó este viernes el acuerdo, Smotrich votó en contra, pero no abandonó el Gobierno. (EFE)