El depuesto presidente sirio Bachar al Asad rechazó dar un discurso de renuncia al poder y ordenó la disolución de su Ejército ante el rápido avance de la coalición insurgente, que en apenas dos semanas de ofensiva declaró Damasco «libre», informó este miércoles el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Según «fuentes fiables» citadas por la organización, Al Asad «dio ordenes de disolver al Ejército» en la madrugada del domingo pasado antes de huir en un avión hacia Rusia, donde recibió asilo político, después de que la coalición insurgente entrara en Damasco.
La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, ofreció así algunos «detalles de las últimas horas antes de la huida del tirano», tal como tituló su comunicado.
«En la última noche, el Ejército fue disuelto por orden suya pasadas las 12 de la noche. Se comunicó por radio a las unidades militares la orden de (…) quitarse el uniforme militar, vestir ropa de civil, y dejar las unidades y cuarteles militares y se vayan a sus casas», dijo el Observatorio.
«Huyó en su avión, rechazando pronunciar un discurso de renuncia al poder y Rusia le concedió asilo político humanitario junto con su familia», añadió.
Indicó que «los altos oficiales del Ejército y de los organismos de seguridad aún se encuentran en Siria, con excepción de algunos como Maher al Asad (su hermano) y otros cabecillas de seguridad».
Por otro lado, el Observatorio aseguró, siempre según las mismas fuentes, que «las ordenes de asesinato contra (sus opositores) sirios y sus familias las decretaba el propio Al Asad de forma directa a los dirigentes del Ejército y de los organismos de seguridad» del derrocado régimen sirio.
«Con los rápidos acontecimientos (…) y la negativa de Al Asad de pronunciar su discurso de dimisión, los dirigentes del Ejército y de las ramas de seguridad, así como los oficiales y responsables (de su régimen), abandonaron Damasco hacia sus casas en las aldeas el sábado por la tarde, por temor a ser asesinados», afirmó.
«Aquellos cercanos a Rusia también se escondieron de la vista en la base de Hmeimim», ubicada en el sureste del la ciudad portuaria de Latakia, donde es mayoritaria la comunidad alauí, rama del islam chií a la que pertenece el depuesto presidente sirio. EFE