La reforma a ley de la función legislativa, que será tratada este miércoles en la Asamblea Nacional, incluye una sanción a los camisetazos. En el primer debate, la mayor parte de las bancadas se unieron para pedir la destitución de los desertores. Pero la comisión encargada identificó que eso puede vulnerar derechos, por lo que buscaron otra salida: una sanción de 90 días y suspensión al legislador que vota diferente a su bancada sin justificación.
La Revolución Ciudadana, el Partido Social Cristiano y Construye anuncian que respaldan la reforma. Al menos Construye ha perdido en un año casi la mitad de los legisladores con los que llegó.
La reforma incluye la posibilidad de que el legislador utilice la objeción de conciencia, es decir, que antes de la votación comunique a su bloque que no está de acuerdo y que votará fuera de la línea del partido. En el Partido Social Cristiano dicen que eso ha ocurrido y se ha aceptado, en casos excepcionales, la petición del legislador.
Sin embargo, el texto mantiene la posibilidad de que un legislador se separe voluntaria y definitivamente de una bancada. La intención de esta reforma es que el cambio de posición no sorprenda al bloque en medio de una votación.
El oficialismo cuestiona a la oposición porque considera que esto convertiría a los legisladores en levantamanos del que ordena. El correísmo y el Partido Social Cristiano niegan aquello, en sus bancadas, dicen, escuchan a sus líderes, pero las decisiones se toman luego de un debate interno.
Otra de las sanciones que incluye la norma es que si el asambleísta que deja una bancada hace parte del CAL, automáticamente se queda sin esa dignidad.
Texto original de Ecuavisa