El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el nombramiento del ex senador republicano por Georgia, David Perdue, como próximo embajador de Estados Unidos en China, uno de los principales socios comerciales del país.
En una declaración emitida la noche de este jueves, Trump destacó la trayectoria de Perdue como ejecutivo de empresas internacionales.
“David trae una valiosa experiencia para ayudar a fortalecer nuestra relación con China. Ha vivido en Singapur y Hong Kong, y trabajado extensamente en Asia y China a lo largo de su carrera”, afirmó el líder republicano en su plataforma Truth Social.
David Perdue, ex senador de Georgia, cuenta con una carrera de 40 años en negocios internacionales, incluyendo su tiempo como CEO de una empresa Fortune 500.
En el Senado, sirvió en los comités de Relaciones Exteriores y Servicios Armados, presidiendo el Subcomité de Poder Naval, lo que le otorgó un perfil destacado en asuntos de defensa y diplomacia.
Trump subrayó que Perdue será “instrumental” en la implementación de su estrategia para mantener la paz en la región asiática y garantizar una relación productiva con los líderes chinos. “David ha sido un leal aliado y amigo, y estoy ansioso por trabajar con él en su nuevo rol”, concluyó Trump en su escrito.
El nombramiento de Perdue se produce en medio de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, tras las declaraciones del magnate republicano sobre su intención de reactivar una estrategia de su primer mandato, que incluye la amenaza de imponer un arancel adicional del 10% a todas las importaciones provenientes de China.
La medida busca presionar a Beijing para que aumente su cooperación en la lucha contra el tráfico de fentanilo, una droga sintética que ha provocado una crisis en Estados Unidos.
Según The Wall Street Journal, esta táctica podría poner en riesgo las relaciones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo, además de complicar los esfuerzos diplomáticos que han resultado productivos en la cooperación antinarcóticos.
Recientemente, funcionarios antidrogas de Estados Unidos, México y China se reunieron en Shanghái para abordar el flujo de fentanilo y el financiamiento del narcotráfico.
Este encuentro fue considerado un avance significativo, dado que China había mostrado resistencia a colaborar en el pasado. Sin embargo, las amenazas de aranceles podrían comprometer este progreso.
Analistas sugieren que el presidente chino, Xi Jinping, podría optar por no ceder a las demandas estadounidenses para evitar ser percibido como débil en el ámbito internacional.
Las autoridades estadounidenses consideran a China como el principal proveedor de los precursores químicos utilizados en la fabricación de fentanilo, que luego son enviados a carteles mexicanos.
A pesar de una ligera disminución reciente en las muertes por sobredosis, los números siguen siendo alarmantes, manteniendo la crisis del fentanilo en el centro del debate político.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China expresó su disposición a continuar trabajando con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, aunque no confirmó contacto directo con el equipo de Trump.
Durante el primer mandato de Trump, las negociaciones comerciales llevaron a China a endurecer la regulación de la producción y venta de fentanilo, lo que redujo significativamente su presencia en el mercado ilícito. Sin embargo, la producción de precursores químicos por parte de empresas chinas persiste, lo que mantiene la crisis vigente.
(Con información de AFP)