Por Hugo Sánchez |
San Salvador, 14 dic (EFE).- En un contexto de creciente demanda energética y efectos adversos del cambio climático, Latinoamérica necesita enfocarse en poseer “instituciones robustas” y reglas claras para el avance de su mercado energético, sostuvo en una entrevista con EFE la gerente de energía para la región latinoamericana del Banco Mundial (BM), Gabriela Elizondo.
De acuerdo con Elizondo, la región “ha avanzado mucho en el tema de transición energética” y posee “una matriz eléctrica relativamente limpia”, principalmente por la generación hidroeléctrica y “un gran incremento en las renovables”.
Destacó que América Latina “casi que ha cerrado la brecha del acceso universal de energía“, dado que “el 98 % de las personas tienen acceso a electricidad”.
Sin embargo, sostuvo que existen “retos” por superar como los efectos de las sequías, países con infraestructura anticuada así como redes de transmisión y distribución que no se han modernizado.
Fortalecer las instituciones
Apuntó que el llamado principal para los Estados “es ir enfocándose en los temas más fundamentales, es decir, tener instituciones robustas, en tener mercados funcionales con reglas claras y transparentes”.
“Sigue siendo un cuello de botella en que los elementos fundamentales todavía no están totalmente en su lugar. Entonces, si no se tienen esos elementos fundamentales en su lugar, después no se puede pasar a cosas más sofisticadas”, apuntó la experta.
Enfatizó que “un sistema resiliente es un sistema funcional y no se puede atraer inversión privada, inversión en general, a sistemas que no son funcionales porque hay un espectro de riesgos amplio y el costo de la inversión es mucho más alto”.
“Si se tiene un sistema funcional y robusto desde un principio, con reglas claras, el espectro de riesgo es menor y, por tanto, el financiamiento de la infraestructura es más fácil”, destacó.
Las claves para Latinoamérica
Elizondo dijo que para seguir con “esta evolución hacia mercados más eficientes y de bajo carbón” también es necesario modernizar los marcos regulatorios para “tener certidumbre en la parte de política”.
También planteó la necesidad de establecer “esquemas innovadores” para la financiación de la infraestructura energética, porque “los fondos públicos no alcanzan para financiar las necesidades de infraestructura sustentable”.
En dichos esquemas, explicó la representante del BM, los recursos estatales sirven para “apalancar otros fondos” y así “atraer al sector privado”. Y destacó que en esta brecha de financiación “los mercados de carbono son muy importantes”.
“Los recursos públicos y privados a veces no son suficientes y la única manera de cerrar ese esa brecha de financiamiento va a ser ponerle un precio al carbono y que haya mercados dinámicos de compra de créditos de carbono”, comentó.
Reflexionó que otro punto de importancia es la “transición (enérgica) justa e inclusiva”, en la que se debe tomar en cuenta a las comunidades vulnerables y que los beneficios lleguen a estos sectores.
El papel de las compañías ante la crisis climática
De acuerdo con Elizondo, “no hay un sistema hoy en día, ni en países desarrollados ni en vías de desarrollo, que esté totalmente preparado para los efectos de cambio climático“.
“Todos los países, todos los sistemas eléctricos, están reaccionando hacia el incremento de las irrupciones (climáticas)”, por lo que “el tema de resiliencia de infraestructura es un tema emergente, en el que se está avanzando”, alegó.
La experta detalló que “todos los países tienen este reto” de adaptarse a los efectos de la crisis climática, como las lluvias torrenciales, las sequías prolongadas y las olas de calor, entre otros.
Subrayó que “hay algunos países en la región y en particular Centroamérica y Caribe” que tienen que poner mucha atención en tener instituciones con la capacidad de “planear, regular y operar”, además de “compañías eléctricas que sean financieramente sustentables”.
Lamentó que “Latinoamérica es la región del mundo que tiene mayores pérdidas de transmisión y distribución” con un promedio del 17 %, arriba de África Subsahariana a raíz de que “las compañías eléctricas no son necesariamente eficientes en su desempeño”.
“El desempeño eficiente de las compañías eléctricas es clave para la transición energética, es clave para la resiliencia energética y es clave para eventualmente que haya un sistema que también tenga cierta justicia”, sostuvo.