AT&T anunció una transformación significativa en su red de telecomunicaciones: para finales de 2029, la empresa planea eliminar casi por completo las tradicionales líneas telefónicas de cobre en Estados Unidos. Este movimiento, que afecta a la mayoría de los 21 estados en los que opera, marca el fin de una era para un sistema que durante décadas fue la columna vertebral de las comunicaciones en el país.
Según la compañía, la transición permitirá enfocarse en tecnologías más modernas como la fibra óptica y las redes inalámbricas.
Por qué AT&T retirará las líneas tradicionales
La decisión de AT&T de eliminar su red de cobre está impulsada por varios factores estratégicos, técnicos y económicos. La compañía argumentó que la infraestructura, con más de 70 años de antigüedad, es cada vez menos fiable y enfrenta desafíos significativos, como el deterioro durante tormentas, inundaciones y el aumento de robos debido al alto valor del cobre.
Desde una perspectiva operativa, la empresa sostiene que mantener esta red obsoleta es insostenible. Según ejecutivos, la red de cobre consume más electricidad y energía en comparación con alternativas modernas como la fibra óptica, lo que representa un impacto ambiental negativo. Además, el mantenimiento de la infraestructura tradicional es costoso y requiere mucho trabajo manual, lo que la convierte en una opción poco viable frente a las redes más eficientes y confiables.
Otro argumento clave es el bajo uso actual de las líneas tradicionales. Solo el 5% de los clientes residenciales y comerciales de AT&T aún dependen de la tecnología de cobre, mientras que la mayoría ha migrado a opciones como la fibra y los servicios móviles, que ofrecen mayor velocidad y satisfacción.
Qué estado no será afectado por el retiro de AT&T
El único estado donde AT&T no eliminará completamente las líneas de cobre es California. Esto se debe a que los reguladores del estado rechazaron su solicitud para ser eximidos de la obligación de mantener la red de cobre bajo las regulaciones conocidas como “Carrier of Last Resort Obligation”.
En los demás estados de su área de servicio, que incluye 21 territorios, principalmente en el sur y el medio oeste de Estados Unidos, la compañía planea llevar a cabo la eliminación completa de las líneas tradicionales para finales de 2029.
Alternativas tecnológicas ofrecidas por AT&T
Para facilitar la transición de los usuarios afectados, AT&T desarrolló opciones tecnológicas diseñadas para reemplazar las funciones de las líneas de cobre. Entre estas destaca AT&T Phone – Advanced, un servicio que permite a los clientes continuar utilizando sus teléfonos de línea fija tradicionales al conectarlos a la red inalámbrica de la empresa. Este producto está pensado para usuarios que no desean o no necesitan una conexión de banda ancha y tiene un costo aproximado de 45 dólares mensuales, significativamente menor que el de los paquetes residenciales tradicionales, que rondan los 80 dólares.
Además, AT&T planea expandir su infraestructura de fibra óptica, que ofrece velocidades mucho más altas y una mayor estabilidad en comparación con la red de cobre. La fibra óptica está destinada a convertirse en la columna vertebral de los servicios de telecomunicaciones, proporcionando tanto conectividad de internet como telefonía a través de tecnología VoIP (Voice Over Internet Protocol).
Para las áreas rurales o con acceso limitado a la fibra óptica, la empresa también trabaja en soluciones inalámbricas y de conectividad satelital. Estas alternativas están diseñadas para garantizar que ningún cliente quede desconectado, particularmente en lo que respecta al acceso a llamadas de emergencia y al servicio 911.
No obstante, estas opciones, aunque avanzadas, dependen de una infraestructura eléctrica y de internet estable, lo que podría representar un desafío en situaciones de emergencia o en comunidades remotas.
Impacto en los consumidores
La eliminación de las líneas tradicionales de cobre por parte de AT&T generó preocupación, especialmente entre los grupos más vulnerables. Las líneas fijas, que funcionan incluso en situaciones de emergencia como apagones o desastres naturales, han sido una herramienta crucial para muchos, incluidos los adultos mayores que no utilizan teléfonos móviles, personas en comunidades rurales con acceso limitado a internet y aquellos con dificultades económicas que no pueden costear servicios móviles.
Además, numerosos sistemas dependen de las líneas de cobre para su funcionamiento. Servicios como los teléfonos en ascensores, las alarmas de seguridad, los dispositivos médicos de monitoreo y los faxes están diseñados para trabajar con esta tecnología. El retiro de la red implicará que tanto usuarios residenciales como negocios deban invertir en nuevas soluciones compatibles, lo que podría representar un costo significativo para estos sectores.
Aunque AT&T asegura que todos los clientes tendrán acceso a servicios alternativos como AT&T Phone – Advanced, que utiliza la red inalámbrica y es compatible con dispositivos que requieren una línea fija, esta transición también plantea desafíos relacionados con el costo y la cobertura.
Texto original de Infobae