Londres (EFE).- Los ministros de Exteriores del Reino Unido, David Lammy, y de Francia, Jean-Noël Barrot, se reunieron este viernes, en la primera visita bilateral de Londres de un canciller galo desde hace seis años, para reafirmar el compromiso de sus países de luchar contra la “putinización” del mundo.
Lammy recibió a Barrot en la capital británica, donde destacó que la relación entre ambos países es “larga y resistente, cálida y profunda”, pese al tiempo transcurrido desde el último encuentro bilateral de un ministro francés de Exteriores, en 2018, cuando todavía era primera ministra la conservadora Theresa May.
Según dijo el británico a periodistas justo antes de comenzar la entrevista, la cita de hoy subraya el “compromiso del Gobierno laborista con el reseteo (de las relaciones) con los socios europeos”.
Por su lado, Barrot consideró que “en un momento que el mundo está golpeado por el regreso de la brutalidad, Francia y el Reino Unido se colocan al lado uno del otro para defender la justicia, el derecho internacional, y para ser actores por la paz, la defensa del multilateralismo y la seguridad”.
Acusan a Putin de querer “reescribir el orden internacional”
El francés sostuvo que los dos países tienen un gran deseo común de profundizar en sus relaciones bilaterales, tras el reciente viaje del primer ministro británico, Keir Starmer, a París para conmemorar el Día del Armisticio.
En una columna conjunta publicada hoy en el diario “i”, ambos ministros declararon que Francia y el Reino Unido se resistirán a la “putinización” del mundo, que a su juicio el presidente ruso, Vladimir Putin, quiere realizar para “reescribir el orden internacional”.
“Reino Unido y Francia no le permitirán hacerlo. Junto a nuestros aliados, haremos todo lo que sea necesario para poner a Ucrania en la mejor posición para conseguir una paz justa y duradera”, escriben.
En su tribuna, consideran que los riesgos de la política exterior de Putin no solo afectan a la seguridad europea, sino a todo el mundo, ya que pretende sentar el precedente de que los países pueden invadir a sus vecinos con total impunidad.
Como consecuencia de esa “putinización” mundial, Corea del Norte aumenta sus esfuerzos para desestabilizar Asia, comenzando por su vecino del Sur, e Irán perturba a Oriente Medio a través de sus aliados, mientras rechaza frenar su programa nuclear. EFE