El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) ha alertado este jueves de que si se pierde la Amazonía, «se pierde la lucha contra el cambio climático»; por lo que ha instado a adoptar acciones conjuntas para proteger el también llamado pulmón del mundo.
Durante la presentación del nuevo informe ‘Planeta Vivo’ de WWF en el que se ha alertado de una «catastrófica caída» del 73 % de la población de vertebrados en el mundo entre 1970 y 2020, Analiz Vergara, técnica de la Unidad Amazónica ACU WWF, ha hecho énfasis en la importancia de la Amazonía para el planeta.
El informe menciona «puntos de inflexión o de no retorno» relacionados con el debilitamiento de ecosistemas que se vuelven más vulnerables ante amenazas como el cambio climático y la deforestación, «que es lo que estamos viendo en la Amazonía», ha dicho.
«La Amazonía está dando señales de acercarse a este punto de no retorno como consecuencia de los altos niveles de deforestación y del cambio climático», ha avisado.
En un encuentro con la prensa, en Quito, Vergara ha recordado que la Amazonía alberga al menos el 10 % de la biodiversidad «conocida» del planeta, pero en la Amazonía «se descubren especies nuevas cada dos o tres días», ha asegurado.
«Además, la Amazonía alberga entre 250 y 300.000 millones de toneladas de carbono. Si es que perdemos la Amazonía, esto significa que sería imposible alcanzar la meta global de limitar el incremento de temperatura global a 1,5 grados, que es lo que busca el Acuerdo de París», ha dicho.
Por ello, ha sentenciado: «Si perdemos la Amazonía, perdemos la lucha contra el cambio climático».
Amazonía ecuatoriana
Si bien Ecuador representa un porcentaje pequeño de la Amazonía a nivel regional, es muy importante en términos de biodiversidad, pues allí confluyen «los mayores índices de número de especies de diferentes grupos: mamíferos, anfibios, aves, etcétera», ha dicho al agregar que la zona «es importante para mantener la resiliencia de todo el sistema».
Ha destacado el papel fundamental del agua pues «los bosques sanos en la Amazonía producen su propia humedad a través de la transpiración, que es cuando los árboles expulsan humedad a través de sus hojas. Esto conforma ríos voladores gigantescos que recorren todo el continente».
Ha explicado que cuando se talan los bosques en la Amazonía, los suelos ya no generan humedad. «Eso hace que se reduzca la lluvia en otras partes de la Amazonía y que los árboles no puedan prosperar en esos otros lugares, lo cual hace que estos mismos árboles no puedan producir, a su vez, los ríos voladores».
Además, de la pérdida de biodiversidad que implica la degradación de la Amazonía, Vergara ha referido la posible afectación a la riqueza cultural, que no es reemplazable.
Basada en datos científicos, vergara ha indicado: «Si se pierde un 20 a un 25 % de los bosques amazónicos, podríamos estar desencadenando la llegada al punto de no retorno y, al momento, se han perdido alrededor de 17 %».
«Si continuamos con las tendencias actuales de deforestación dentro de la próxima década, podríamos estar llegando a este punto de no retorno de la Amazonía», ha subrayado.
Escenario «bastante pesimista»
La Amazonía experimenta un proceso de deforestación y degradación «bastante grande», debido, principalmente, a la ganadería y la agricultura, pero también al comercio legal de especies, minería ilegal o cultivos ilícitos.
Además, pobreza, desigualdad, falta de estructuras de ordenanzas fuertes, la existencia de infraestructura que está mal situada o que no es sostenible, la extracción de recursos naturales no renovables, como el petróleo y los minerales.
«Esto, junto con el cambio climático, nos da un escenario bastante pesimista para la Amazonía», ha señalado al informar de que en Ecuador «se han perdido alrededor de 250.000 hectáreas de bosque en la Amazonía en los últimos 20 años».
«La gran parte de esta deforestación ha ocurrido en el norte y centro de la Amazonía, y alrededor del 85 % se debe a la producción de palma aceitera, cacao y otros productos, así como a la ganadería, ha manifestado.
Además, en los últimos dos años «las áreas afectadas por minería se han cuadruplicado y el 90 % de la minería que se está dando en Ecuador en el momento es ilegal» afectando, en especial, a las provincias de Napo, Zamora Chinchipe y Sucumbíos, ha declarado. EFE