Luego de que el correísmo quitara la competencia de que las Fuerzas Armadas continúen dirigiendo colegios y escuelas, tras 14 años, 14 unidades educativas volverán a estar bajo la tutela del ejército ecuatoriano.
Entre esas 11 escuelas y colegios están, el Colegio Militar Eloy Alfaro en Quito, el Teniente Hugo Ortiz en Guayaquil, el Colegio Abdón Calderón en Cuenca y el Lauro Guerrero en Loja.
El resto de la lista se puede observar en el siguiente cuadro:
El coronel de Estado Mayor, Carlos Mendieta, jefe del departamento de Educación Regular del Comando de Educación y Doctrina Militar Terrestre, explicó que a escala nacional hay 14 colegios militares y que en 2022 se firmó el traspaso del Ministerio de Educación al Ministerio de Defensa.
Mendieta aclara que estas instituciones no imparten formación militar, pero sí identidad militar “porque hacemos más énfasis en valores cívicos, valores morales”.
Uno de los propósitos es que estas instituciones educativas “sean semilleros” e inspiren a los jóvenes a escoger una carrera militar.
Los niños ecuatorianos sueñan con ser militares
A cualquier niño siempre se le pregunta qué quiere ser de grande y las respuestas suelen apegarse a la realidad que le es más cercana.
Actualmente, según un estudio de ‘ChildFund’ hecho a 1.173 niños y adolescentes de ocho ciudades (ver dato), las profesiones relacionadas a las ciencias de la salud son las preferidas entre las aspiraciones de niños, niñas y adolescentes (NNA): doctores, veterinarios, psicólogos, enfermeros.
El deporte como actividad profesional (fútbol y básquet) también está entre sus preferencias. Conforme aumenta la edad aparecen otras profesiones como abogados, ingenieros y administradores de empresas.
Además, hay una gran atracción por ramas de la fuerza pública entre todas las edades. Aunque, mientras mayor es la edad va decreciendo la aspiración de ser policías, pero va creciendo la aspiración por la milicia. EFE