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Se espera que una poderosa tormenta geomagnética golpee la Tierra esta semana

Foto: Muy Interesante

Tiempo de lectura: 3 minutos

 

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), ha predicho que una poderosa erupción solar desencadene una tormenta geomagnética “severa” esta misma semana; tan fuerte que incluso podrían verse auroras potencialmente tan al sur como los estados de California y Alabama, lo que significa que incluso podría ser visible en España, en ciudades de Andalucía, al compartir una latitud similar aunque sea en el lado opuesto del planeta.

Durante el mes de mayo de 2024, la Tierra experimentó sus tormentas geomagnéticas más poderosas en dos décadas, produciendo espectáculos coloridos en los cielos nocturnos lejos de los polos; tanto es así que pudieron verse auroras también en diversas localizaciones españolas como Madrid, Andalucía, Segovia o Salamanca (momento que aprovecharon muchos usuarios para compartir en redes sociales su fotos del cielo). Fue algo histórico originado por una mancha solar 15 veces mayor que la Tierra, que lanzó partículas solares que interactuaron con nuestro campo magnético, creando las auroras boreales visibles en toda España. Unos 5.000 satélites tuvieron que corregir su nivel orbital, porque la tormenta infla la ionosfera y hace que disminuya su velocidad y salga de órbita. ¿Qué podría ocurrir esta semana?

Cerca del máximo solar

No sabemos exactamente cuándo tendrá lugar el pico de actividad solar durante este ciclo, pero estamos cerca de él y el Sol lo está demostrando prácticamente cada semana. Durante la primera semana del mes de octubre se liberó la segunda llamarada más potente de este ciclo; luego, otra más potente: de clase X9.0 liberada por la mancha solar AR3842, que es la misma que liberó la llamarada el 1 de octubre. En aquel momento, esta llamarada solar provocó apagones de radio y pérdida de comunicaciones, pero esto aún no ha acabado.

Una enorme masa de partículas solares cargadas impactará nuestro planeta el jueves 10 de octubre, probablemente provocando una “severa” tormenta geomagnética de clase G4, según una alerta del Centro de Predicción del Clima Espacial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) que monitorea las actividades solares y sus efectos en la Tierra. Eso es un nivel por debajo del G5 más alto posible, visto en mayo, pero el resultado final podría ser inferior o superior al G4.

Todo proviene de una erupción solar resultado de una potente llamarada solar que surgió del Sol la noche del 8 de octubre y cuya llamarada fue clasificada como de clase X 1.8, el tipo de llamarada más fuerte que nuestro Sol puede emitir.

¿Qué causa una tormenta geomagnética de este tipo?

El Sol es un cuerpo dinámico y volátil, que emite constantemente corrientes de partículas cargadas, conocidas como viento solar. Estas partículas son principalmente electrones y protones, que viajan a través del espacio a altas velocidades. Ocasionalmente, nuestra estrella libera eyecciones de masa coronal (CME), que son ráfagas masivas de viento solar y campos magnéticos que se elevan por encima de la corona solar o se liberan al espacio. En este caso, una tormenta geomagnética se produce cuando la magnetosfera, la zona que rodea la Tierra y está dominada por el campo magnético terrestre, se ve perturbada por el viento solar y las eyecciones de masa coronal.

El dibujo de una tormenta geomagnética quedaría más o menos así:

Primero, se produce una erupción solar (eyecciones de masa coronal o corriente de viento solar de alta velocidad que suelen estar asociadas con las llamaradas solares)

Segundo, las partículas cargadas o el viento solar viajan a través del espacio a varios millones de kilómetros por hora

Tercero, cuando estas partículas llegan a nuestra magnetosfera terrestre, pueden comprimir el campo magnético en el lado diurno y estirarlo hasta formar una larga cola en el lado nocturno, provocando que el campo magnético fluctúe

Cuarto, esta perturbación puede provocar tormentas geomagnéticas de intensidad variable, siendo las G4 aquellas que pueden causar efectos significativos en las infraestructuras tecnológicas de nuestro planeta.  La NOAA mide las tormentas geomagnéticas en una escala del 1 al 5, donde las tormentas G1 se consideran “leves” y las tormentas G5 se denominan “extremas”.

Según los expertos de NOAA, no es posible saber exactamente cómo será impacto hasta unos 15-30 minutos antes de esa colisión, cuando cruce los satélites de seguimiento. Todo esto en un escenario actual en el que el continente americano ya se encuentra con una presión increíble para hacer frente a los envites del huracán Milton y tras las secuelas recientes del huracán Helene. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) no puede estar más ocupada. La amenaza de una tormenta geomagnética no facilita las cosas.

¿Y todo esto por qué?

Las erupciones solares, las eyecciones de masa coronal y las auroras se vuelven más comunes durante el periodo conocido como máximo solar, el pico del ciclo de actividad solar de aproximadamente 11 años. Y muchos expertos están convencidos de que, a pesar de que está pronosticado para inicios de 2025, el máximo solar podría haber empezado ya. Este ciclo está impulsado por el campo magnético del Sol, que sufre una transformación regular, lo que provoca fluctuaciones en la actividad solar. Y es que, a medida que avanza el ciclo, el Sol se vuelve más activo y alcanza un máximo solar en el que la cantidad de manchas solares alcanza su punto máximo (con un incremento de los fenómenos solares y de las auroras y efectos atmosféricos). Esta fase puede durar varios años y sus efectos se sienten en todo el sistema solar. ¿Habremos entrado ya en el máximo solar?

Texto Muy Interesante

https://www.muyinteresante.com/ciencia/66334.html

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