La industria audiovisual en Ecuador todavía no despega, a pesar de una iniciativa que busca fomentarla. La Ley Orgánica para la Transformación Digital y Audiovisual, aprobada en diciembre de 2022, propone incentivos tributarios para atraer la inversión extranjera al sector, pero, por falta de un reglamento, no se aplica.
La Ley presentaba como novedad el Certificado de Inversión Audiovisual, que plantea una devolución de hasta el 37 % de lo invertido en producción en territorio ecuatoriano.
Esta figura, que se ofrece en 50 países, entrega a los inversionistas un título negociable en la bolsa de valores. Ecuador, con ello, pretendía conquistar parte del mercado que mira a países de la región, como Colombia, México y República Dominicana.
Estos ofrecimientos están a la espera del reglamento a cargo de los Ministerios de Producción y Cultura. Camilo Luzuriaga, cineasta ecuatoriano y director del instituto especializado en la enseñanza de cine (INCINE), cuenta que estaría lista para finales de 2024.
En el mejor de los casos, su aplicación sería desde 2025, año en el que el Estado ya contempla USD 12 millones en la reserva fiscal para una potencial devolución.
“El próximo año, el tope de inversión extranjera sería de USD 32 millones. Con ello, desde la industria audiovisual esperamos contribuir a la economía que está fuertemente golpeada”.
Para Lorena Naranjo, directora de la Maestría en Derecho Digital e Innovación de la UDLA y Directora de Protección de Datos y derecho digital del estudio Jurídico Spingarn, el trámite para conseguir el Certificado de Inversión Audiovisual -tal como está concebido en la normativa- es burocrático. Por eso, llama a que se faciliten los procesos y así no se desaliente a los inversionistas.
“Se deben generar mejoras regulatorias que simplifiquen trámites y reduzcan las trabas para dar beneficios, como créditos para mejorar el desarrollo de competencias”, agregó.
No todo depende de una Ley
Luzuriaga, quien ha dirigido películas como: Entre Marx y una mujer desnuda, La Tigra y 1809-1810: mientras llega el día, considera que la inversión llegará “de a poco”, pero de la mano de esfuerzos que van más allá de una Ley.
“Para que empiecen a venir al Ecuador tenemos que demostrar que somos un país que es seguro, que somos justos en los negocios, francos, directos, cumplidos”.
De hecho, señala que la competencia para Ecuador será muy dura con países como Colombia, que tienen una industria consolidada, y que son preferidos para proyectos extranjeros.
También está la similitud de paisajes: “Colombia tiene paisajes idénticos a los Andes, la Amazonía y las playas”.
Sobre ese país, el cineasta destacó que los montos exonerados se recuperaron en dos años, por la contratación de personal no solo de la industria, sino de otras como la de transporte, hospedaje y alimentación.
A Ecuador también le hace falta invertir en escenografía, estudios modernos y tecnología. Las productoras prefieren ir a República Dominicana, por ejemplo, para grabar la vida submarina. Esto, por los equipos y las facilidades con las que cuentan.
En la lista de desafíos tecnológicos está la competencia internacional con el streaming y la facilidad con la que se comercializan productos del exterior a menores costos de lo que representa producir en el país.
Texto original de Ecuavisa