Galápagos es la única provincia del país que no experimenta cortes de energía eléctrica, pues no es parte del Sistema Nacional Interconectado. En contraste, el Ecuador continental enfrenta apagones constantes, que han causado pérdidas millonarias, agravando la crisis económica que vive el país.
La generación eléctrica en las islas depende casi enteramente del suministro de diésel para las centrales térmicas de cada isla, además de energía solar (fotovoltaica), eólica, y motores duales que utilizan biocombustibles.
Según datos de la rendición de cuentas de 2023 de la Empresa Eléctrica de Galápagos, que cuenta con datos hasta diciembre de ese año, el archipiélago consumió 79 gigavatios por hora en 2023. El 90,4 % de esa energía provino de las centrales térmicas y el restante de formas de generación renovable. La entidad eléctrica no respondió a los pedidos de entrevista de EL UNIVERSO.
Las 4 islas pobladas (además de Baltra, sede del aeropuerto ecológico) tienen capacidad de generación térmica y fotovoltaica, pero solo el sistema Santa Cruz-Baltra y el de la isla San Cristóbal cuentan con producción eólica también. A pesar de esto, el objetivo estratégico de la institución de lograr un 18 % de generación eléctrica renovable no se cumplió el año pasado, y tampoco en 2022, cuando fue de 12 %.
Así, Galápagos cuentan con 4 centrales de generación térmica, 2 parques eólicos, 5 plantas fotovoltaicas y sistemas de almacenamiento de energía.
Según una base de datos abiertos de la Agencia de Control y Regulación de Energía y Recursos Naturales No Renovables, la Empresa Eléctrica de Galápagos cubrió la demanda energética de 11.575 clientes residenciales en julio pasado, y recaudó $ 218.716, más que los $ 204.450 facturados ese mes.
En total, en julio de 2024, el ente de generación eléctrica en Galápagos tuvo 14.726 clientes entre los residenciales, comerciales, industriales, alumbrado público y otros, y recaudó $ 646.982 por el servicio.
De acuerdo a la rendición de cuentas de la Empresa Eléctrica de Galápagos, el 81 % del consumo de energía por tarifa corresponde a los clientes residenciales y comerciales.
Fabián Sócola, habitante del archipiélago, señala que hace 20 años las islas quedaban a oscuras a partir de la medianoche, pero que la situación ha mejorado en la última década. Ahora hay cortes por zonas debido a arreglos puntuales o por daños estructurales.
El valor de la factura de luz, además, depende de la época del año. Sócola dice pagar entre $ 25 y $ 30 mensuales por su hogar de 4 integrantes en la temporada fría, de junio a diciembre, y cerca de $ 80 de enero a mayo, cuando hace más calor y se usan más los sistemas de aire acondicionado.
Adrián Viña, quien también vive en las islas, paga cerca de $ 30 en época fría y $ 50 cuando empiezan a usar más el aire acondicionado en su hogar. En contraste, Darío Jiménez, otro residente del archipiélago.
Texto original de El Universo