El sector florícola de Ecuador, que es el tercer exportador mundial de flores, se planteó este martes la ambiciosa meta de duplicar sus exportaciones para el año 2035, hasta alcanzar los 2.000 millones de dólares, frente a los cerca de 1.000 millones de dólares actuales.
Así lo planteó el presidente de la junta directiva de la Asociación de Exportadores de Flores de Ecuador (Expoflores), Eduardo Letort, durante la inaguración del Expo Flor 2024, la feria de flores más grande del país y una de las mayores del mundo.
Letort reconoció a EFE que, para alcanzar ese objetivo, «tienen que juntarse todos los astros». «Pero tenemos la voluntad, la producción y la gente. Yo creo que es posible. Es una meta fuerte, pero lo podemos hacer con la gente que tenemos», dijo el floricultor y exportador.
Como muestra de ello puso el crecimiento de Expo Flor, que se celebra de manera bienal en Quito y que pasó de 6.000 metros cuadrados de su última edición en 2022 a 11.000 metros cuadrados en esta de 2024.
La feria reúne en este año a 125 marcas, 1.500 expositores y más de 2.600 visitantes de 47 países, lo que supone un crecimiento de entre el 10 % y 15 % en asistencia.
El presidente de los exportadores de flores ecuatorianos incidió en la necesidad de mejorar en la próxima década la producción, añadir valor agregado e introducir tecnología en las plantaciones, localizadas principalmente en las cercanías a la capital Quito, con el aeropuerto como principal vía de salida hacia a otros países.
Asimismo, habló de proteger al pequeño agricultor, «para que no caigan en empresas sin ética o sean utilizados como caballo de batalla por políticos», y a la vez ampliar el acceso a mercados, especialmente a Estados Unidos, que es el principal comprador de las flores ecuatorianas, una industria que mantiene unos 53.000 empleos directos.
Lucha contra la informalidad
Por su parte, el presidente ejecutivo de Expoflores, Alejandro Martínez, resaltó la importancia de contrarrestar con voluntad política la informalidad y sostener la formalidad, pues destacó el riesgo que supone para el sector formal que trata de cumplir con todas las regulaciones y normativas, especialmente en materia fitosanitaria.
En la inauguración de Expo Flor 2024 también participaron las ministras de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, Gabriela Sommerfeld; y de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, Sónsoles García, así como el embajador de Estados Unidos en Ecuador, Arthur Brown.
Sommerfeld señaló que ferias de esta índole contribuyen al desarrollo del sector productivo y turístico del país, y en especial de Quito.
La canciller ecuatoriana resaltó que en Ecuador se cultivan 600 tipos de flores «cuya calidad y belleza le ha permitido (a Ecuador) ser parte de la decoración de importantes eventos mundiales».
Con 86 países de destino distintos, Sommerfeld también recordó que las flores son el sexto producto no petrolero de exportación de Ecuador, una industria que ha impulsado la economía del país y que incluso ha hecho que ciudades crezcan en torno a ella.
El mercado de las flores
Por su parte, la ministra García comentó que «Ecuador es sin duda un jardín cuyas características permite (al país) ser productor de flores de gran belleza» y apuntó que se trata de la quinta actividad de producción agrícola del país, que a su vez representa el 10 % del comercio mundial de flores, únicamente superado por Países Bajos y Colombia.
También reiteró su confianza en que la aprobación de la Ley IDEA en Estados Unidos permita a las flores ecuatorianas entrar con preferencias arancelarias en el país al adherirse el país andino al tratamiento arancelario que el país norteamericano da a los países de la cuenca del Caribe.
De su lado, el embajador estadounidense consideró que «hay pocos productos que muestren mejor la belleza de Ecuador que sus flores»
«Ecuador es el país con el mayor número de hectáreas cultivadas de rosas y produce la gama más variada de colores. Cada año se exportan casi mil millones de dólares, de las que más de un tercio tienen como destino Estados unidos y es quien paga el mayor precio promedio por kilo cultivado en Ecuador», resaltó Brown.
El diplomático señaló que «los importadores estadounidenses prefieren y promueven productos de origen, cultivados en fincas donde se garantice la salud y el bienestar de los trabajadores y procesos donde se cuide el medio ambiente y se tenga buenas prácticas de producción». EFE