La sequía en la región amazónica afecta la producción petrolera, que este viernes se redujo en 4 300 barriles de crudo por día.
Desde mediados de agosto bajó el caudal del río Napo, en la provincia de Orellana, que limitó en el abastecimiento de combustible a los campos más lejanos de Petroecuador, por los problemas de navegación de las gabarras.
Por la escasez de diésel y gasolina, Petroecuador apagó los pozos de los campos Edén – Yuturi y Apaika – Nenke hasta que se incremente el nivel de agua del río, único medio para transportar el combustible.
El clima se suma a los otros problemas que perjudican la producción petrolera nacional, que bajó de 405 mil barriles diarios en enero a 370 mil en esta semana.
Entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre se apagaron más de 35 pozos por actos vandálicos, fallas eléctricas y obsolescencia de equipos. Según Petroecuador, la producción actual representa ingresos de USD 27 millones diarios, dos millones y medio menos de lo que recaudaba el fisco en enero.
Petroecuador denunció incidentes que reducen su capacidad de extracción.
Por ejemplo, hace ocho días, desconocidos ingresaron a la plataforma del campo oso y obligaron al personal a apagar el suministro eléctrico y suspender la producción.
Otro incidente se produjo el pasado fin de semana cuando se dañó una línea de transmisión eléctrica en el campo Auca, el segundo más productivo del país, dejó fuera de operación ocho pozos y el campo bajó de 6 600 barriles su producción.
Este lunes los ministros del frente de seguridad denunciaron un supuesto complot para afectar la producción petrolera. Pero no señalaron responsables.
Texto original de Ecuavisa