Decenas de aviones de combate comenzaron a atacar “extensamente” el sur del Líbano “tras detectar que Hezbolá se preparaba para disparar hacia territorio israelí”, dijo el portavoz del ejército israelí, el vicealmirante Daniel Hagari.
La última ofensiva israelí ocurre un día después de que se llevara a cabo un ataque aéreo en Beirut que, según Israel, mató a una docena de altos dirigentes de la milicia chiiita de Hezbolá. El gobierno libanés informó que 37 personas, incluidos tres niños, murieron.
Ante la escalada, el gobierno de Estados Unidos ha instado a sus ciudadanos en la zona a salir “a través de opciones comerciales mientras aún estén disponibles”.
El viernes, fuerzas israelíes y de Hezbolá siguieron intercambiando fuego de un lado y otro de la frontera.
Antes de que comenzaran los ataques israelíes por la noche, el ejéricto dijo haber destruido “alrededor de 180 sitios y miles de barriles” utilizados en el lanzamiento de cohetes.
También informó que se lanzaron más de 90 cohetes desde Líbano. hacia territorio israelí. Hezbolá, por su parte, afirmó haber atacado 11 posiciones militares israelíes a lo largo del día.
El sábado por la noche, Hezbolá informó haber lanzado docenas de cohetes hacia la base aérea de Ramat David en el norte de Israel, en represalia por los ataques israelíes.
Salir de Líbano
Los combates del sábado suponen la continuación de la escalada de los últimos días.
A principios de esta semana, 39 personas murieron y miles resultaron heridas después de que localizadores y walkie-talkies usados por Hezbolá, la milicia y grupo político respaldado por Irán, explotaran durante dos días en Líbano.
El jueves, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, culpó a Israel de los ataques, y dijo que había cruzado “todas las líneas rojas”. Prometió un “castigo justo” para su enemigo.
Israel no ha asumido la responsabilidad.
El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, dijo que las explosiones violaban el derecho humanitario internacional.
El sábado, el mando militar israelí anunció nuevas restricciones en las comunidades del norte de Israel y partes del sur de los Altos del Golán a partir de las 20:30 hora local (17:30 GMT).
Las autoridades limitaron las reuniones a 30 participantes en el exterior y 300 participantes en un espacio cerrado. Las actividades educativas pueden continuar y la llegada al trabajo está permitida siempre que haya espacios protegidos disponibles.
Las restricciones se aplican al área de Haifa y hacia el norte.
En medio de un creciente temor a que el conflicto desemboque en una guerra a gran escala, el Departamento de Estado de EE. UU. emitió nuevos consejos de viaje para los ciudadanos que se encuentran actualmente en Líbano.
La Embajada estadounidense en Beirut instó a sus nacionales a “salir de Líbano mientras las opciones comerciales aún estén disponibles”, señalando que estas ya operan a “capacidad reducida”.
La embajada advirtió del riesgfo de que no pueda asistir a los estadounidenses que decidan quedarse en Líbano.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania, país vecino, emitió consejos similares a sus ciudadanos, instando a los que se encuentran en el país a salir lo antes posible.
Los enfrentamientos transfronterizos entre Israel y Hezbolá se intensificaron el 8 de octubre de 2023, el día después del ataque a Israel lanzado desde Gaza por la facción armada palestina Hamás. Hezbolá disparó entonces contra posiciones israelíes en solidaridad con los palestinos.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo el jueves que Israel estaba entrando en una “nueva fase de la guerra”, concentrando más sus esfuerzos en el norte.
Texto original de BBC Mundo