Celec puso en vigencia el reglamento que le permite asociarse con empresas privadas para generar energía. Podrán ser parte de consorcios, crear empresas de economía mixta, en las que sea accionista mayoritario, y formar alianzas estratégicas.
Su panorama de negocios va desde participar en proyectos existentes o impulsar nuevos, acceder a nueva tecnología e incrementar la productividad de sus activos. En ese sentido, puede aportar estudios, garantías, infraestructura inicial o propiedades para la instalación de un proyecto.
¿Por qué el Estado necesita la inversión privada?
Celec tiene ocho proyectos en carpetas que suman 912 megavatios y requieren una inversión de USD 1 500 millones. Dos son eólicos: El Pimo y Villonaco; las hidroeléctricas Abitagua y La Unión; los fotovoltáicos Mazar Flotante, La Ceiba y Matala; y la modernización de la central Paute Molino.
Se abre la puerta para reactivar proyectos que quedaron abandonados. Un ejemplo es la hidroeléctrica Quijos, en Napo, de 50 megavatios, que tiene un avance del 46% y está abandonado desde hace nueve años. Pero necesita inversión privada porque el estado no tiene los USD 130 millones de dólares para terminarlo.
La inversión privada también se necesita para la modernización de plantas que actualmente funcionan con tecnología obsoleta.
Este Reglamento de Asociatividad es uno de 12 que propuso el Gobierno para agilizar la participación privada. Ya están en vigencia el de autoabastecimeinto de las industrias y el de excepcionalidad para que el sector industrial tienda sus líneas de abastecimiento.
La próxima semana se aprobará el reglamento para que las industrias puedan instalar generadores de hasta 10 megavatios para vender energía sobrante al estado.
Texto original de Ecuavisa