El año 2024 marca un punto notable en la evolución de los costos de vida en Europa, particularmente en lo que respecta a comer fuera en algunas de las principales ciudades del continente.
En varias de estas metrópolis, disfrutar de una comida en un restaurante se ha convertido en una experiencia exclusiva, reservada para aquellos dispuestos a pagar precios considerablemente altos. La revista de viajes Time Out publicó un ránking de los países mas caros para comer afuera con una cantidad de tres platos para 2 personas.
Según el informe reciente, Zúrich y Ginebra, en Suiza, lideran el ranking con un costo promedio diario de 123,62 euros.
Por otra parte, Reikiavik, la capital de Islandia, se ubica como la segunda ciudad más cara para comer fuera en Europa, con un costo promedio de 114,02 euros diarios. Esta ciudad, aunque pequeña en comparación con otras capitales europeas, enfrenta un desafío único debido a su ubicación geográfica. Islandia importa la mayoría de sus alimentos, lo que eleva considerablemente los costos de los productos básicos y, por ende, los precios en los restaurantes.
A esto se suma la creciente popularidad de Islandia como destino turístico, lo que ha llevado a un aumento en la demanda de servicios gastronómicos. Reikiavik ofrece una variedad de opciones que van desde la cocina nórdica tradicional hasta platos más internacionales, siempre manteniendo un alto estándar de calidad que justifica, en parte, los altos precios.
Luego, Espoo y Helsinki, en Finlandia, ocupan lugares destacados en el ranking, con costos de 110 euros y 90 euros respectivamente. Estas ciudades son conocidas por su diseño moderno, calidad de vida y una gastronomía que mezcla lo tradicional con lo innovador. En Espoo, la proximidad a Helsinki y su creciente escena tecnológica han impulsado el desarrollo de una oferta gastronómica diversa, con restaurantes que apuestan por ingredientes locales de alta calidad.
Copenhague, la capital de Dinamarca, es reconocida mundialmente por su gastronomía, especialmente gracias a la influencia de restaurantes como Noma, considerado durante muchos años como uno de los mejores del mundo. El costo de comer fuera en Copenhague es de 107,25 euros al día, lo que la convierte en una de las ciudades más caras de Europa en este aspecto.
Por su parte, en Reino Unido, Londres y Edimburgo son las ciudades más caras para comer fuera, con un costo promedio de 94,61 euros y 88,70 euros respectivamente. Londres, una de las metrópolis más cosmopolitas del mundo, ofrece una gama casi infinita de opciones culinarias que van desde la comida callejera hasta los restaurantes más lujosos.
Dublín, en Irlanda, comparte con Helsinki un costo de 90 euros diarios para comer fuera. La capital irlandesa ha visto un renacimiento culinario en los últimos años, con chefs locales que apuestan por ingredientes frescos y técnicas modernas. Dublín, como otras capitales europeas, se beneficia de un mercado turístico robusto, lo que ha llevado a un aumento en la demanda y, consecuentemente, en los precios.
Entre las ciudades que completan la lista de las más caras para comer fuera en Europa se encuentran Ámsterdam (87,62 euros), Oslo (87,14 euros), Estocolmo (85,41 euros), Luxemburgo (85 euros) y Milán (80 euros). Estas ciudades, aunque no tan costosas como Zúrich o Ginebra, siguen siendo destinos donde disfrutar de la gastronomía local puede representar un gasto significativo.
Ámsterdam es conocida por su ambiente vibrante y su rica cultura, lo que se traduce en una oferta gastronómica diversa y de alta calidad. Oslo y Estocolmo mantienen la tradición nórdica de utilizar ingredientes frescos y locales, lo que, sumado a los altos niveles salariales, mantiene los precios elevados. Luxemburgo, con su pequeño tamaño y alto poder adquisitivo, ofrece una experiencia gastronómica refinada que justifica sus costos. Finalmente, Milán, la capital de la moda de Italia, ofrece una gastronomía que mezcla la tradición con la innovación, aunque a un precio relativamente más accesible que las otras ciudades en la lista.
Texto original de Infobae