Los opiáceos sintéticos se han detectado en Estados Unidos, Canadá, Eslovenia, Bélgica, Estonia, Letonia, Reino Unido e Irlanda, escribió la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) en su último Informe Mundial sobre las Drogas.
También ha aumentado el número de muertes por sobredosis relacionadas con los nitazenos.
Estas drogas superpotentes, de las que existen varios tipos, son mucho más fuertes que la heroína. Su aparición ha suscitado advertencias urgentes de organismos sanitarios de todo el mundo.
Este fenómeno se produce tras la prohibición del cultivo de amapola en Afganistán, que provocó una caída del 95% en su producción de opio en 2023 respecto al año anterior.
a Onudd afirma en su informe que es demasiado pronto para saber qué efectos puede tener esto a largo plazo en factores como la pureza de la heroína, pero es probable que lleve a los consumidores de esa droga a pasarse a otros opiáceos, lo que puede “desencadenar un aumento de las sobredosis”.
Una investigación de la BBC descubrió a principios de este año que se introducen nitazenos de contrabando en Reino Unido dentro de alimentos para perros y suministros de catering, y se venden a través de las redes sociales.
El fentanilo, otro opioide sintético, es 50 veces más potente que la heroína. Su conocida epidemia en EE.UU. causó 100.000 muertes en 2022, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país.
El informe de la Onudd sostiene que “los fentanilos fabricados ilícitamente” siguen estando detrás de “un número sin precedentes de muertes por sobredosis”, aunque las cifras “pueden estar disminuyendo”.
El consumo mundial de drogas aumentó 20% en la última década, hasta alcanzar los 292 millones de usuarios en 2022, de acuerdo con el reporte.
El cannabis sigue siendo la droga más consumida, con 228 millones de consumidores en todo el mundo. Le siguen los opioides (60 millones), anfetaminas (30 millones), cocaína (23 millones) y éxtasis (20 millones).
¿Qué son los nitazenos?
Los nitazenos se desarrollaron por primera vez en la década de 1950 como analgésico, pero son tan potentes y adictivos que nunca han sido aprobados para uso médico o terapéutico.
Se consumen inyectados, inhalados o ingeridos. Mezclarlos con otras drogas y alcohol es extremadamente peligroso porque aumenta significativamente el riesgo de sobredosis y muerte.
Texto original de BBC