Tras su potente arranque en los Juegos Olímpicos de París 2024, Simone Biles buscará liderar el martes al equipo estadounidense de gimnasia en su lucha por reconquistar el oro que perdieron en Tokio, cuando sufrió un bloqueo mental, mientras el Brasil de Rebeca Andrade batallará por una medalla inédita.
A partir de las 11:15 (Hora de Ecuador), todas las miradas volverán a estar en la gimnasta más condecorada de la historia, y en su dolorida pantorrilla izquierda, en su regreso a una lucha por un podio olímpico, tras las pesadilla de Tokio.
Las molestias que sintió el domingo, y que le obligaron a realizar gran parte de sus ejercicios con un vendaje desde la parte baja de la pierna al tobillo, no impidieron que la ganadora de 23 títulos mundiales brillara en el Arena Bercy.
Biles, de 27 años, lideró las clasificatorias en el concurso general individual, en salto y en suelo, y entró en cinco de las seis finales, mostrándose de nuevo a un gran nivel.
Salvo sorpresa de última hora, encabezará al poderoso equipo estadounidense en su intento por recuperar el oro perdido en Tokio a manos de las rusas, ausentes en París. Junto a Biles competirán Sunisa Lee, Jade Carey y Jordan Chiles, todas plata hace tres años, además de la joven Hezly Rivera.
A pesar de que había acordado con su equipo la posibilidad de reservarse en algún aparato, si así lo decidía ella, Biles se inscribió finalmente en los cuatro, según anunció este lunes la Federación estadounidense en Twitter.
Pesadilla
Fue precisamente durante la final por equipos de hace tres años cuando el mundo pudo ver en directo lo que parecía impensable: Simone Biles no era infalible.
Desconcertada, la estrella estadounidense no lograba controlar su salto con la precisión habitual y acababa retirándose tras la primera prueba.
A pesar de que, según ella contó después, los venía sintiendo desde hacía un tiempo, aquel día los “twisties”, un fenómeno que provoca que los gimnastas pierdan el sentido de la orientación cuando están en el aire, se hicieron insostenibles para Biles, que acabaría perdiéndose la mayoría de pruebas de aquellos Juegos atípicos, celebrados en 2021 a causa de la pandemia.
“Si hubiera podido salir corriendo de aquel estadio, lo habría hecho”, contó en un documental Netflix estrenado recientemente.
Pero Biles se quedó en Tokio y logró regresar días después para la final de viga de equilibrio, donde consiguió el bronce, tras atraer la atención global hacia la salud mental de los deportistas.
Emergente Brasil
Aunque se fue de Japón pensando que no volvería a competir, Biles recobró la ilusión tras dos años centrada en su recuperación mental, y vuelve a aspirar a todo en París.
Además de Italia y China, segundo y tercero en las clasificaciones, uno de los postulantes al podio será el atractivo equipo brasileño, que liderado por una Rebeca Andrade también muy sólida en la previa, buscará una medalla inédita para la gimnasia sudamericana por equipos.
La paulista, de 25 años, ya abrió camino al conseguir en Tokio los dos primeros podios olímpicos para la gimnasia femenina brasileña. Este domingo tampoco falló y logró plaza en cinco finales.
Con ella al frente, las brasileñas ya conquistaron una plata histórica en el pasado Mundial de 2023, por detrás de Estados Unidos, con quienes han desarrollado una rivalidad amistosa.
“Están cerca de nuestro edificio [en la Villa Olímpica] y siempre que nos vemos nos saludamos, sonreímos, cámbianos pins”, explicó hace unos días Cécile Landi, entrenadora de Biles, sobre las brasileñas.
“Ellas respetan a nuestro equipo, y nosotros respetamos el suyo. Eso es lo que ocurre entre los grandes deportistas”, agregó. (AFP)