En las últimas semanas, Estados Unidos vio cómo las inundaciones han afectado partes de Texas, Minnesota y Florida, incendios forestales han devastado California y el huracán Beryl ha causado estragos en el Caribe. Estos eventos son ejemplos de los desastres naturales que el cambio climático está haciendo más frecuentes y devastadores. La preocupación por el futuro del planeta no solo afecta a los adultos, sino también a los jóvenes.
Según CBS News, un estudio de 2021 encontró que el 59% de los adolescentes y jóvenes adultos estaban muy o extremadamente preocupados por el impacto del cambio climático.
Esta preocupación creciente ha llevado al fenómeno de la “ansiedad climática”, que se manifiesta a través de pensamientos intrusivos o sentimientos de angustia sobre el futuro, pudiendo alterar la vida diaria. Pero, ¿cómo podemos aliviar esta ansiedad en nuestros hijos? Elizabeth Bagley, directora administradora de Project Drawdown y madre de dos niños, tiene algunos consejos útiles.
Escuchar es la clave
Bagley destacó la importancia de escuchar a los niños. “Los padres deben tomarse el tiempo para escuchar las preocupaciones de sus hijos, especialmente cuando muchas de las cosas que les llegan pueden ser aterradoras o confusas”, sostuvo.
Al ofrecer este espacio de escucha, los padres pueden convertirse en “adultos de confianza” y en una fuente de tranquilidad para sus hijos. Además, escuchar activa y empáticamente puede ayudar a construir puentes con personas que puedan tener opiniones diferentes sobre el cambio climático.
Encontrar valores comunes
La discusión sobre los problemas climáticos puede ser polarizadora. Sin embargo, la experta sugiere encontrar valores comunes como método para crear un diálogo constructivo.
“Quizás alguien diga que no cree en el cambio climático, pero realmente cree en proteger las tierras que usan para cazar y pescar”, señaló. Encontrar un terreno común puede ayudar a avanzar en la implementación de soluciones.
Enseñar a tomar acción
Para mantener motivados a los niños a tomar acción, es crucial enseñarles sobre los sistemas que componen nuestra vida diaria y cómo pueden abogar por cambios dentro de esos sistemas. Bagley ofreció un ejemplo personal de su comunidad en Sitka, Alaska, donde han trabajado hacia la creación de carriles para bicicletas más seguros.
“Si tenemos carriles para bicicletas más seguros en nuestra comunidad, es más probable que la gente se sienta segura andando en bicicleta, dejando los coches, mejorando su salud y, tal vez, incluso motivando a mis hijos a iniciar un ‘bus en bicicleta’ para ir a la escuela”, explicó a CBS News.
Centrarse en Soluciones
Aunque el tema del cambio climático puede ser desalentador, las conversaciones no tienen que girar exclusivamente alrededor del problema. Bagley sugiere enfocarse en las soluciones y las acciones que las personas están tomando para enfrentar el problema. Este enfoque orientado a las soluciones también es clave en sus propias conversaciones con sus hijos. Les recuerda que tienen el poder de influir en lo que sucede en sus vidas y en sus comunidades.
“Una de las cosas que me gusta recordarles a mis hijos es que somos las personas afortunadas de estar vivas en este momento, y por lo tanto, tenemos la oportunidad de escribir el próximo capítulo de la vida en la Tierra”, argumentó.
La ansiedad climática es una respuesta natural a las preocupaciones reales, y estos enfoques pueden ofrecer el apoyo emocional necesario mientras fomentan una mentalidad proactiva.
Texto original de Infobae