Es casi seguro, con un 80% de probabilidades, que entre 2024 y 2028 se supere una subida global de temperaturas de 1,5 grados. Es el límite que, según el Acuerdo de París, no debía rebasarse en este siglo para evitar impactos aún más graves del cambio climático, alertó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Según el informe publicado por la agencia meteorológica de la ONU este miércoles 5 de junio de 2024, en coincidencia con el Día Mundial del Medio Ambiente, durante al menos uno de los cinco años a estudio se producirá ese aumento promedio con respecto a las temperaturas de la era preindustrial (1850-1900).
También va en aumento, aunque todavía no es tan alta (47%), la probabilidad de que los cinco años completos superen esa subida de 1,5 grados. Así lo recoge el informe elaborado con datos de la UK Met Office, el servicio meteorológico del Reino Unido.
Más probable, con el 86%, es que uno de los años del lustro sea el más caluroso de la historia del que se tiene registro. Batiendo la marca de 2023, en el que la subida promedio de temperaturas fue de aproximadamente 1,45 grados. Un valor cercano al límite fijado en el Acuerdo de París de 2015.
Los países firmantes acordaron mantener la subida de temperaturas de la superficie terrestre por debajo de los 2 grados con respecto a los niveles preindustriales. Pero también trabajar para que la subida no superara los 1,5 grados, Y así evitar graves efectos de fenómenos climáticos extremos en el planeta.
La probabilidad de que se superara el umbral de 1,5 grados ha ido aumentando ininterrumpidamente en los nueve años transcurridos desde la firma del acuerdo. Si entonces era cercana a cero, entre 2017 y 2021 subió al 20% y en el periodo 2023-2027 ya se elevó al 66%.
Rebasarlo un año es grave: durante décadas, catastrófico
El Acuerdo de París indica que superar un aumento de 1,5 o 2 grados debe considerarse preocupante cuando se produce en un plazo prolongado, durante décadas. De hecho, ya se ha rebasado con anterioridad en el pasado durante algún mes. Pero la OMM subraya que los datos publicados este miércoles son «un cruel recordatorio» del riesgo que corre el planeta.
«Estamos excediendo el límite de 1,5 grados de forma temporal con creciente frecuencia», advirtió al presentar el informe la subsecretaria general de la OMM, Ko Barrett.
De hecho, en los últimos 12 meses (desde junio de 2023 hasta mayo de 2024), cada uno de ellos el más caluroso de su tipo desde que se tienen registros, el alza promedio de temperaturas ha sido de 1,63 grados con respecto a los niveles preindustriales, según alertó también este miércoles la agencia meteorológica.
«Detrás de estas estadísticas se encuentra la cruda realidad de que estamos lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo de París», resumió la subsecretaria general.
«Es urgente que dediquemos más esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, o pagaremos un precio cada vez más alto, en forma de billones de dólares en costes económicos, millones de vidas afectadas por el clima extremo y masivos daños al medioambiente y la biodiversidad», agregó.
Los efectos ya se sienten sin superar el umbral
Incluso en los últimos años, antes de que se rebasaran los límites de París, se comprobaron ya los efectos devastadores del calentamiento global con cada vez más frecuentes e intensas olas de calor, sequías o tormentas, acompañadas de ascensos del nivel del mar y retrocesos de los glaciares y las masas heladas polares.
Las temperaturas récord de 2023 se vieron favorecidas por la incidencia en el planeta del fenómeno climático de El Niño, asociado habitualmente a un clima más caluroso y que según indicó la propia OMM esta semana finalizará en la segunda mitad de 2024.
Se iniciará entonces el fenómeno inverso de La Niña, que suele ir acompañado de menores temperaturas, aunque en años recientes no ha bastado para contrarrestar los ascensos provocados por el efecto invernadero, producido por concentraciones récord de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
En su informe de este miércoles, la OMM también advierte que en los próximos cinco años el calentamiento del hielo ártico en el invierno boreal puede ser tres veces más intenso que en el periodo 1991-2020, con amplia fusión de masas heladas en zonas como los mares de Barents, Bering y Ojotsk. (EFE)