Las cigarras están en la cresta de la ola, ya que estuvieron causando mucho revuelo debido a que trillones de estos ruidosos insectos emergieron en Estados Unidos gracias a una rara doble camada que salen del suelo al mismo tiempo.
Este hecho, que no ha ocurrido en 221 años, ha sorprendido a muchos y ha generado diversas reacciones. Mientras algunas personas sienten asombro o curiosidad, otras ven a las cigarras como un snack delicioso. Pero, qué tan seguro es ingerirlas. Los expertos explican que es seguro para las personas comer estos insectos.
“De hecho, las cigarras han sido consumidas por diversas culturas de todo el mundo durante siglos”, dijo Luis Rustveld, profesor asistente de medicina familiar y comunitaria en el Baylor College of Medicine. “Se consideran una fuente de proteína nutritiva y sostenible”. Las cigarras a menudo se describen con un sabor a nuez y una textura similar al camarón una vez que están fuera de su caparazón.
Rustveld recomendó que es necesario asegurarse de que las cigarras hayan sido recolectadas de un área libre de pesticidas para evitar consumir químicos dañinos, y que luego se preparen adecuadamente. Beth Czerwony, dietista del Cleveland Clinic Center for Human Nutrition, aconseja evitar recolectarlas de áreas con mucho tráfico — “piensa en aceites, fluidos de frenos, gasolina de autos” — o áreas con un alto uso de fertilizantes. Rustveld recomienda cocinar las cigarras para eliminar cualquier posible patógeno. Si no se consumen de inmediato, se tienen que lavar bien y cocinarlas en agua hirviendo durante al menos un minuto antes de congelarlas.
Vale la pena señalar que las cigarras son parientes lejanas de los mariscos, por lo que cualquier persona alérgica a alimentos como camarones, cangrejo y langosta debe evitar consumirlas. “Las cigarras, como otros insectos, comparten proteínas similares con los mariscos, como la tropomiosina, que es un alérgeno común”, explicó Rustveld. “Esto puede causar una reactividad cruzada, lo que significa que las personas alérgicas a los mariscos también podrían tener una reacción alérgica a las cigarras.” Las personas con alergia a los ácaros del polvo también deberían evitarlas.
Keri Gans, nutricionista y autora de “The Small Change Diet”, dijo que las cigarras también han encontrado ser altas en mercurio, por lo que las mujeres embarazadas o lactantes, y los niños pequeños, deberían limitar su consumo de mercurio.
Las cigarras generalmente no son tóxicas para los perros, pero los dueños de mascotas deben tener en cuenta que comer una gran cantidad puede causar malestar digestivo, que puede causar vómitos, diarrea o incomodidad gastrointestinal debido a su duro exoesqueleto. Además, si las cigarras han sido expuestas a pesticidas, podrían ser dañinas para los perros que las coman.
“Por ejemplo, son una buena fuente de proteína y bajas en grasa,” dice Rustveld. Las cigarras tienen más proteína (21,4 gramos por cada 100 gramos) y menos grasa que el cerdo o los huevos. También contienen vitaminas B y minerales como hierro, niacina, zinc y magnesio, además de quitina, un tipo de fibra encontrada en el exoesqueleto de los insectos. Aunque la quitina no es digerible por los humanos, puede tener algunos beneficios para la salud intestinal. Las cigarras jóvenes, o ninfas, tienen altos niveles de tocoferoles y polifenoles, antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer y enfermedades cardíacas, y mejoran la función inmunológica.
Las cigarras tienen una alta probabilidad de portar parásitos, bacterias y virus, por lo que hervirlas, freírlas o saltearlas matará los contaminantes y reducirá el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. Si han sido expuestas a pesticidas u otros químicos, cocinarlas también puede ayudar a reducir el riesgo, aunque es mejor recolectarlas de áreas libres de pesticidas.
Texto original de Infobae