El destituido comandante general del Ejército boliviano Juan José Zúñiga y otros dos militares fueron trasladados este sábado a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro para cumplir prisión preventiva por el levantamiento militar del miércoles pasado contra el gobierno del presidente Luis Arce.
La Policía ejecutó un fuerte operativo desde el mediodía de este sábado en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), en el centro de La Paz, y 22 minutos después el general Zúñiga fue sacado de las celdas esposado y con dos custodios. Antes de Zuñiga salieron los dos otros militares detenidos, Juan Arnez y Alejandro Irahola, que también fueron enviados a prisión preventiva.
Los tres fueron subidos a vehículos de la Policía Boliviana y detrás de ellos iban al menos siete vehículos más. El convoy tiene que llegar al altiplano de La Paz, donde se encuentra el centro penitenciario de Chonchocoro, a una dos horas del centro paceño.
La Justicia de Bolivia ordenó el viernes seis meses de prisión preventiva contra el general Zúñiga, el vicealmirante Juan Arnez -jefe de la Armada (Marina)- y el comandante Alejandro Irahola -jefe de la brigada mecanizada del Ejército-. Los tres enfrentan cargos por alzamiento armado y terrorismo y podrían ser condenados a hasta 20 años de cárcel.
“Esta detención preventiva que esta disponiendo el juez sin duda va a sentar un precedente, y (es) buena señal para que esta investigación pueda seguir avanzando”, señaló el procurador Cesar Siles, quien actúa como abogado del Estado.
Siles dijo que estuvo presente en la audiencia cautelar y que la Fiscalía probó “la probabilidad de autoría” de los delitos de terrorismo y alzamiento armado. Además, se estableció el riesgo de fuga y de obstaculización de los tres militares, hechos que la Justicia tomó en cuenta para resolver la prisión preventiva.
El ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, y otras autoridades de Gobierno y de la Policía llegaron este sábado a la Felcc para presenciar el traslado de Zuñiga. Cuando el militar destituido salía esposado, Del Castillo lo miraba desde el primer piso de la entidad policial.
Por otra parte, Del Castillo reveló este sábado que Zúñiga tenía planificado trasladar el miércoles un avión y unidades militares desde otras ciudades hasta La Paz en el alzamiento. “Hemos encontrado un radiograma donde se indica el traslado de un avión Hércules (militar) que iba a traer un grupo de satinadores” a la capital boliviana, informó el ministro a los medios de comunicación.
Según la información del ministro, la aeronave iba a salir de la ciudad de Tarija (sur), donde se encuentra la unidad de los satinadores, militares de alto rango entrenados para ejecutar operaciones de alto riesgo. La investigación del Gobierno boliviano da cuenta, además, que desde la ciudad de Cochabamba (centro) se preparaban tropas militares del cuartel de Cotapachi para llegar a La Paz.
La información fue confirmada también por el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, quien añadió que las órdenes de traslado fueron hechas por Zuñiga y sus colaboradores cercanos, militares que también están detenidos.
Zúñiga lideró el miércoles una acción militar con la que según dijo buscaba “cambiar el gabinete de Gobierno” y “restablecer” la democracia en Bolivia. Después de llegar en una tanqueta al palacio presidencial tuvo un cara a cara con el presidente Arce, quien le ordenó replegarse y retirar las tanquetas y a los soldados que lo secundaron en la irrupción militar. Luego de unas horas fue capturado en el Estado Mayor del Ejército.
Una veintena de detenidos
Hasta el viernes habían sido detenidos 21 militares activos, en retiro y civiles por la rebelión militar del 26 de junio, cuando tropas con tanques asediaron por varias horas la sede presidencial Palacio Quemado en La Paz antes de replegarse.
Además de Zúñiga, Irahola y Arnez, también fue capturado el general Marcelo Zegarra, jefe de la Fuerza Aérea, quien será presentado ante los jueces en las próximas horas.
Las autoridades detuvieron a los dos primeros al término de la asonada militar, mientras Zegarra fue aprehendido posteriormente al presentarse ante la fiscalía con sus dos abogados.
El gobierno destacó además la captura del sargento Alan Condori, quien conducía el vehículo blindado que intentó derrumbar una de las puertas del Palacio Quemado en la plaza Murillo.
Las dudas de Morales
En medio del avance de las investigaciones y los operativos, el ex mandatario boliviano Evo Morales puso en duda el viernes la versión del gobierno sobre lo ocurrido en La Paz, pese a que fue uno de los primeros en alertar desde su cuenta en la red social X sobre el alzamiento armado.
“Qué clase de golpe será pues; empieza el golpe, ministros felices paseando en la plaza Murillo, tocando tanquetas; un golpe de Estado con cero heridos, cero disparos, cero muertos”, afirmó Morales en una rueda de prensa en la localidad de Sacaba, departamento de Cochabamba (centro). “Que investiguen, tarde o temprano dirá la investigación” lo que ocurrió, agregó el ex jefe de Estado rodeado de partidarios.
Morales y Arce, quienes trabajaron juntos durante los tres mandatos del líder indígena (2006-2019), libran una feroz disputa por las banderas del oficialismo de cara a las presidenciales de 2025. Pese a estar inhabilitado por la justicia para postularse de nuevo, Morales quiere presentarse a las elecciones, mientras que Arce todavía no ha dicho públicamente si buscará la reelección.
El presidente boliviano reveló el jueves que llamó a Morales para advertirle sobre el golpe de Estado en curso. “Estaba claro que venían a por mí, pero me quedaba claro que después iban a ir por Evo Morales”, comentó Arce.
(Con información de EFE y AFP)