La Isla Jeju, el mayor destino turístico de Corea del Sur, se ha consolidado como un paraíso natural para visitantes de todo el mundo, como también como el escenario predilecto de innumerables K-dramas que han alcanzado fama global.
Esa preferencia por Jeju, que combina impresionantes paisajes naturales con una rica oferta cultural y gastronómica, ha sido potenciada en los últimos años por producciones televisivas que exhiben la belleza singular de la isla, que contribuyen significativamente a su atractivo turístico.
Conocida por su autonomía local y por albergar una versión del idioma coreano, considerada en peligro crítico de extinción por la UNESCO.
Jeju es una isla de origen volcánico, formada hace más de 2 millones de años. Atrae a miles de recién casados anualmente, gracias a su calificativo de uno de los lugares más románticos de la región. La isla ofrece desde playas de aguas cristalinas hasta ricos bosques y paisajes rurales, lo que la convierte en un destino irresistible para cualquier tipo de turista.
Entre las joyas de Jeju se destacan el Parque Nacional Hallasan, con sus 18 senderos de trekking conocidos como “senderos de Olle”, y la posibilidad de hospedarse en antiguos templos que ofrecen una experiencia cultural profunda, con actividades como la meditación o la ceremonia del té coreana.
Además, la isla cuenta con una amplia gama de museos, desde el Museo del Pueblo Folclórico de Jeju hasta el singular Museo Teddy Bear Jeju, y sitios naturales como los túneles de lava en Geomeunoreum, que testimonian su origen volcánico.
La isla ha servido como escenario idílico para diversos K-dramas que exploran temáticas profundas, conflictos de la vida real y romances cautivadores. Este pintoresco lugar, conocido por sus impresionantes panorámicas, sus exquisitas naranjas y su rica cultura, ha cobrado vida en la pantalla a través de series que han llevado a los espectadores en un viaje emocional y visualmente deslumbrante.
Entre los dramas destacados que han encontrado en Jeju un telón de fondo significativo se encuentra “Our Blues”, con un elenco estelar que incluye a Han Ji Min, Kim Woo Bin, y Lee Byung Hun. La serie aborda diversos problemas de la vida cotidiana de sus personajes y se benefició enormemente de la autenticidad y belleza natural de Jeju, utilizando locaciones como el mercado de 5 días de Goseong y la majestuosidad del Monte Halla (Hallasan) para enriquecer su narrativa.
También “Tamra, la Isla” aprovecha los hermosos paisajes naturales y la rica historia de la isla como telón de fondo para contar una historia de amor y aventuras durante el siglo XVII. La trama sigue a una joven buceadora de Jeju y su encuentro con extranjeros que llegan a la isla, lo que lleva a una mezcla de culturas y emociones. La elección de Jeju como escenario principal destaca las tradiciones únicas de las haenyeo, mujeres buceadoras de la isla.
“Tamra, la Isla” sobresale por sumergir al espectador en el encanto inigualable de Jeju, que promueve a la vez la comprensión de su historia y costumbres ancestrales.
Otro ejemplo notable es “Warm And Cozy”, protagonizado por Kang So Ra y Yoo Yeon Seok, que su historia de superación personal y amor ofrece un refrescante cambio de ritmo, en consonancia con el ambiente relajante y sanador que Jeju proporciona naturalmente.
Tanto “One Sunny Day” como “The Legend of the Blue Sea” y “My Lovely Sam Soon” también han utilizado a Jeju no solo como un lugar de filmación sino como un personaje en sí mismo, lo que enriquece la experiencia del espectador con paisajes memorables y momentos emocionalmente poderosos.
Cada uno de estos dramas ha contribuido a la fascinación mundial por los K-dramas, lo que evidencia cómo un lugar especial puede convertirse en parte integral de la narrativa. La elección de Jeju como escenario refleja un intento deliberado de los creadores de mostrar la diversidad y riqueza cultural de Corea del Sur, mientras se mantiene una conexión emocional con la audiencia que va más allá de las simples vistas panorámicas.
Jeju ha cobrado relevancia en los últimos años después de ser nombrada como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo en noviembre de 2011, además de poseer distintivos de UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, Reserva de la Biosfera y Geoparque Global. Este enclave, que disfruta de una notable pureza paisajística no afectada por la industrialización, ofrece un santuario natural único, propiciado por su aislamiento geográfico y su diverso ecosistema, fruto de erupciones volcánicas milenarias.
La isla de Jeju se distingue por sus variados atractivos que incluyen desde serpenteantes senderos en el monte Hallasan, la montaña más alta de Corea del Sur, hasta impresionantes cuevas volcánicas como Manjanggul, uno de los tubos de lava más extensos y accesibles para los visitantes.
En el aspecto cultural, Jeju se enorgullece de sus haenyeo o mujeres del mar, buceadoras expertas que desde el siglo XVII han jugado un papel crucial en la economía local mediante la pesca por inmersión. Esta tradición, aunque en declive, sigue siendo un elemento distintivo de la identidad de Jeju. La isla además alberga una amplia gama de atracciones turísticas peculiares, desde museos de ilusiones ópticas hasta el peculiar parque temático Jeju Love Land.
Más allá de Jeju, la isla de Udo ofrece una experiencia más íntima y tradicional de Corea del Sur. Accesible vía ferry, Udo invita a los visitantes a explorar sus encantos a través de bicicleta o quad, ofrece panorámicas espectaculares y una sensación de tranquilidad raramente encontrada.
La popularidad de los K-dramas y su impacto en la percepción internacional de Corea como destino turístico subrayan la poderosa sinergia entre la industria del entretenimiento y el turismo. Más allá de servir como una hermosa postal, Jeju emerge como un lugar donde las historias se viven y respiran, que invitan a los espectadores a soñar con visitar y experimentar sus maravillas por sí mismos.
“Nuestros dramas, reflejo de nuestra cultura”, dice la industria, promoviendo el turismo y un entendimiento más profundo de los valores y tradiciones coreanas a través de historias universales de amor, conflicto, y redención.
La isla de Jeju continúa inspirando a creadores y espectadores por igual, consolidándose no solo como un tesoro nacional de Corea del Sur, sino como una fuente de inspiración creativa y un destino añorado por fans de los K-dramas alrededor del mundo.
Texto original de Infobae