Los militares ecuatorianos instalaron una capilla ardiente en las instalaciones de la Brigada de Selva 17 para el velatorio de los tripulantes del helicóptero del Ejército que se accidentó el pasado viernes en Pastaza.
«Nos solidarizamos con sus familias por la irreparable pérdida de nuestros valientes soldados y de los ciudadanos ejemplares que ofrendaron su vida en cumplimiento de la misión de ayuda de los sectores necesitados», indicó el Ejército en su cuenta de Twitter.
La Fiscalía ecuatoriana informó la tarde del domingo 28 de abril del 2024 que se realizó el levantamiento de cinco, de los ocho cuerpos, de los ocupantes de la aeronave. Estos fueron trasladados a la morgue para las respectivas autopsias.
El comandante de la Brigada Selva 17, Cristóbal Espinoza, señaló que «continúan militares y la población local tratando de remover escombros y, en especial, todo lo que es la infraestructura de un helicóptero, que es demasiado pesado, para poder localizar, poder buscar y encontrar los otros cuerpos».
La recuperación de los primeros cadáveres se realizó luego de que cincuenta indígenas waoranis, junto a soldados de la Brigada de selva Pastaza, habilitaran un helipuerto cerca de la zona del accidente para que una aeronave de rescate pueda aterrizar.
Al lugar llegaron un fiscal, dos representantes de criminalística de las provincias andina de Pichincha y amazónica de Pastaza y de la Dirección Nacional de investigación de delitos, indicó Ecuavisa.
Llevaban ayuda humanitaria
Entre las víctimas mortales figuran cinco militares y tres civiles, funcionarios de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR). Ellos llevaban ayuda humanitaria a sectores de la mencionada provincia, afectados por inundaciones ante la crecida de los ríos.
Las víctimas fueron identificadas como el mayor Andrés Sierra, que pilotaba la aeronave; el teniente Jaime Cordones, que ejercía de copiloto; el sargento Leonardo Gutiérrez, que tenía la función de ingeniero de vuelo, y los cabos Cristian Morales y Édgar Montesdeoca, que eran mecánicos.
Además de la tripulación, viajaban también en el helicóptero Katya Aragón, Diego Ima y Erik Reyes para cumplir las actividades de la SGR.
El helicóptero, un Mi-171E de matrícula AAE-485, se accidentó a las 9:36 hora local (14:36 GMT) en el sector de Tiwino. Los restos de los tripulantes no pudieron ser ubicados hasta casi cinco horas después.
El helicóptero, que según el secretario de la Administración, Arturo Félix, estaba en buen estado. Según dijo, solía usar el jefe de Estado, Daniel Noboa. En el momento del siniestro cumplía la ruta Shell-Tiwino-Tababoro y para su ubicación se implementó un operativo de búsqueda donde participaron dos helicópteros livianos.
El Ejército ecuatoriano dispuso la conformación inmediata de la junta investigadora de accidentes para determinar las causas de este siniestro. EFE