El Ejército israelí se ha retirado esta madrugada del hospital de Shifa, en ciudad de Gaza, tras dos semanas de asedio, según confirmaron a EFE fuentes palestinas de la capital gazatí.
Las tropas israelíes, que lanzaron esta operación el pasado 18 de marzo, aseguran haber matado a unos 200 supuestos milicianos e identificado a 500 miembros de Hamás y de la Yihad Islámica, después de interrogar a unos 800 sospechosos.
Sin embargo, el ministerio de Sanidad controlado por Hamás, la incursión israelí contra el complejo médico más grande del enclave palestino, ha dejado al menos 400 muertos en toda la zona.
Un ataque con dron “desde el este” impacta en el sur de Israel
Mientras, en Israel, un ataque con dron impactó en un edificio cerca del puerto de Eilat, en el sur del país, sin que se hayan reportado heridos.
Según informó el Ejército israelí, la agresión llegó “desde el este”, aparentemente procedente de Irak.
“Tras las sirenas que sonaron en la ciudad de Eilat y en la zona de Hevel Eilot sobre una infiltración de aviones hostiles, los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel identificaron un objetivo aéreo sospechoso que cruzaba desde el este hacia territorio israelí”, indicó un comunicado castrense.
“El objetivo cayó en la zona del golfo de Eilat. No se reportaron heridos y hubo daños leves en un edificio”, agregó.
La referencia al proyectil coincide con la reivindicación, esta madrugada, por parte de la Resistencia Islámica de Irak de un ataque “hacia nuestras tierras ocupadas en solidaridad con el pueblo palestino de Gaza”.
Sería la primera vez que este grupo logra que uno de sus lanzamientos llegue hasta Israel, aunque no el primero que lanza desde que comenzó la guerra en la Franja de Gaza.
Medios israelíes sugieren que el objetivo del ataque sería la fragata Saar 6, amarrada en el puerto de Eilat, ya que el impacto se produjo en un edificio cercano.
Eilat ha sido objetivo del lanzamiento de varios misiles balísticos, de crucero y drones en paralelo a la guerra, pero la mayoría procedentes de los hutíes de Yemen, grupo afín a Irán.
Ninguno de los proyectiles causó daños de consideración, pero sí obligó a Israel a finales de octubre a desplegar un buque de guerra en el mar Rojo para interceptarlos. EFE