Tras el anuncio de repatriación de los primeros 13 presos colombianos, las autoridades de ese país reconocen que existe un hacinamiento en las cárceles. Los internos que se acojan a este recurso no podrán terminar sus penas en el Centro Penitenciario de Ipiales.
El ministro de Justicia de Colombia, Néstor Osuna, señaló que los primeros presos repatriados llegarán de Ecuador a Colombia en el transcurso del mes de abril del 2024. Sin embargo reconocen que hay un 24,5% de hacinamiento en sus cárceles.
Lo constataron con un recorrido que realizaron en la zona de frontera. Camilo Umaña, viceministro de política criminal de Colombia, señala que con ese nivel de hacinamiento, recibir nuevas personas privadas de la libertad «siempre resulta desafiante«.
Por ello piden que la repatriación no sea masiva y se analice de forma paulatina caso por caso, en función de los cupos dentro de los centros penitenciarios. En el caso de Ipiales, por ejemplo, no hay espacio en este momento.
Aseguran que las instalaciones de la cárcel de Ipiales no cumple con las condiciones para recibir a más presos, por lo que se solicita que la repatriación se de en función de los acuerdos internacionales.
Benildo Estupiñán, secretario de Gobierno de Nariño, sostiene que en el Tratado de Esmeraldas en el que se establece la repatriación a medida que Colombia lo solicite.
Texto publicado en Telamazonas
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