El dictador norcoreano Kim Jong-un supervisó los ejercicios de artillería dirigidos a reforzar la preparación de combate de su país, informó la prensa estatal este viernes, días después de que Pyongyang prometiera tomar las medidas militares correspondientes en contra de las actuales maniobras conjuntas que llevan a cabo las fuerzas de Corea del Sur y Estados Unidos, las cuales considera como un ensayo de invasión.
Los ejercicios del jueves incluyeron a unidades de artillería de primera línea, armas que tienen la capacidad de alcanzar a la capital surcoreana Seúl, informó la Agencia Central de Noticias de Corea (ACNC).
Kim dijo que las unidades de artillería deben “cumplir con rapidez y exactitud cualquiera misión asumida en las batallas reales como lo hicieron en los ejercicios de hoy”, de acuerdo con la ACNC.
Las unidades norcoreanas de artillería de largo alcance representan una grave amenaza a la seguridad de Seúl, una urbe de 10 millones de habitantes que se ubica a 40 o 50 kilómetros de la frontera con Corea del Norte.
El Ministerio de Defensa de Corea del Norte señaló el martes que llevaría a cabo “actividades militares responsables” no específicas en respuesta a los ejercicios militares conjuntos que celebran año a año las fuerzas armadas de Corea del Sur y Estados Unidos, los cuales están programados para concluir el 14 de marzo. Kim visitó el miércoles un sitio de entrenamiento operativo en el occidente del país y pidió mayores capacidades de combate.
Las maniobras conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron el lunes e incluyen entrenamiento de puesto de mando simulado por computadora y 48 tipos de ejercicios de campo, el doble que el año pasado.
El régimen de Corea del Norte considera estas maniobras militares una gran amenaza de seguridad, y se refiere a ellas como un preparativo para lanzar ataques contra el país. Funcionarios de Seúl y Washington han dicho que sus ejercicios son de naturaleza defensiva.
Corea del Norte ha acelerado drásticamente sus lanzamientos de prueba de misiles desde 2022, en parte como un intento de desarrollar armas con capacidad nuclear más poderosas y capaces de alcanzar Corea del Sur y territorio continental de Estados Unidos. Las fuerzas armadas de Seúl y Washington han ampliado sus maniobras militares en respuesta.
Los expertos aseguran que Corea del Norte posiblemente pretenda usar un arsenal actualizado para obtener concesiones en el envío de ayuda de Estados Unidos una vez que se reanuden las labores diplomáticas. Afirman que Pyongyang podría acelerar sus pruebas de armamento e intensificar su retórica de guerra este año, en el que Estados Unidos y Corea del Sur celebran elecciones.
Texto original de Infobae