Enterrada un metro bajo la casa donde vivía con sus padres en Taisha, con un trauma cráneo-encefálico; así se encontró a la pequeña Aina Yambia, de dos años, la víctima más reciente de violencia en contra de niñas y adolescentes en Ecuador.
Aunque el hecho ocurrió a inicios de año, no se trató del primer caso de muerte de una menor en condiciones violentas. El primero fue el de Dana Ramos, de ocho años, quien fue hallada en la cisterna de la casa de sus abuelos paternos en Riobamba, con signos de asfixia. Su padre y una prima son los principales investigados en el caso.
Nicoletta Marianelli, miembro de la Fundación Aldea, explica que las menores son parte de las alarmantes cifras de femicidios que se registran en el país, y que año a año van en aumento. En el 2020 se registraba un femicidio cada 72 horas. Para el 2023, las muertes de mujeres por razones de género ocurren cada 27 horas, según cifras de la organización.
Las niñas y adolescentes son víctimas directas de la violencia
“Las niñas no son víctimas colaterales, son víctimas directas”, señala Marianelli con respecto a los 33 casos de femicidios de menores registrados en 2023 y los dos presuntos casos de 2024. De esa cifra, 17 tenían menos de siete años, y la más joven apenas había nacido hace un mes y medio.
La especialista comenta que se trata de crímenes de odio, en los que se constata una relación de poder. “Se dan en el ámbito de la familia. El padre, el abuelo, el padrastro, el hermano, el primo”, detalla.
Este criterio coincide con la muerte de Dana Ramos, quien, según la hipótesis de la Fiscalía, habría sido secuestrada por su padre, Mauro Ramos, para obligar a la madre de la niña a cobrar una póliza de seguros. El destino de ese dinero sería el pago de una deuda que el hombre tenía.
Un hecho similar ocurrió con las hermanas Campo Villarreal. Los cuerpos de Brianna, de 3 años, y Génesis, de 10, se encontraron dentro de pozos de agua, envueltos en sacos y a más de cinco metros de profundidad. Las niñas estaban desaparecidas desde octubre de 2023 y fueron halladas sin vida en febrero de 2024.
El único sospechoso del crimen es Jonathan Daniel G. N., quien también es acusado del femicidio de su pareja y madre de las menores, Vanessa V. Ella fue degollada y encontrada en un terreno baldío, en las inmediaciones del hospital de Tulcán.
La Fiscalía reveló que la mujer tenía una póliza por USD 150 000, Jonathan G. era el único beneficiario.
Datos del Consejo de la Judicatura ubican al 2023 como el año con el mayor número de muertes violentas de niñas menores de 15 años. Fueron 39 casos, a los que se suman el de Brianna y Génesis.
Las mujeres tienen escasos centros de ayuda
Andrea Vicente, psicóloga clínica, comenta que es usual que cuando la madre se encuentra en un círculo de violencia, los hijos también sufran las mismas agresiones.
En algunos casos, las mujeres toman la decisión de escapar, pero uno de los principales factores para no hacerlo es la falta de espacios de ayuda. “Las mujeres no tienen a dónde ir”, señala.
Datos de la Fundación Aldea lo confirman, pues en Ecuador apenas existen 12 casas de acogida para mujeres que denuncian situaciones de violencia y se sitúan en 11 provincias del país.
Ninguno de los establecimientos es especializado en la atención de niñas y adolescentes, indica Nicoletta Marianelli. Todos están adaptados para adultas, que tienen un comportamiento diferente.
“Las mujeres pueden permanecer días, máximo un par de meses, incluso si están con sus hijos. En el caso de las niñas, pueden permanecer varios años en esa casa de acogida, hasta cumplir su mayoría de edad”, señaló.
El 7 de marzo, previo a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la cartera de Estado declaró como servicios esenciales la atención de las Casas de Acogida y Centros de Atención Integral. “Esta medida es parte de la estrategia para combatir la violencia, el firme compromiso para la prevención y erradicación”, dijo la Ministra Arianna Tanca.
Otra alternativa son los Centros Violeta, que ofrecen atención gratuita, vía telemática, en todo el territorio nacional, llamando al número 096 275 2595.
La especialista de la Fundación Aldea resalta la importancia de la creación y, principalmente, la aplicación de políticas públicas en beneficio de las mujeres. A su criterio, estas deberán garantizar espacios seguros, especialmente en contextos de violencia como el que actualmente vive el Ecuador.
Texto original de Ecuavisa
https://www.ecuavisa.com/noticias/seguridad/violencia-mujer-ecuador-ninas-adolescentes-EN6971327