El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este lunes que la guerra en la Franja de Gaza no terminará hasta la muerte de los dirigentes de Hamás, lo que auguró «llevará meses, no años», pese a nuevos combates en las zonas norte y centro previamente bajo dominio militar.
«Nuestro objetivo es una victoria completa sobre Hamás. Mataremos a los dirigentes de Hamás, por lo que debemos seguir actuando en todas las zonas de la Franja de Gaza. La guerra no debe terminar antes de esa fecha. Nos llevará tiempo, meses, (pero) no años», dijo el mandatario en una reunión de su partido, la coalición Likud.
A esta reunión no pudieron asistir miembros de las familias de las 136 personas que, tras 122 días de guerra, siguen secuestradas en la Franja de Gaza, reportaron hoy medios locales, pese a que su acceso ha sido garantizado en encuentros previos.
A puerta cerrada, Netanyahu tomó crédito de la liberación en noviembre de 110 rehenes, y declaró a los miembros de su partido que «seguirá actuando sobre esta cuestión», pero que Hamás busca imponer exigencias que no aceptará.
“La clave para su libertad (de los rehenes) debería ser similar al acuerdo anterior”, explicó el mandatario, que repitió que “no se realizará a cualquier precio”.
En el canje de noviembre, un total de 105 rehenes (que siguieron a cinco anteriores) fueron liberados a cambio de 240 presos palestinos, muchos de ellos en detención administrativa sin juicio.
Pero según filtraciones de las últimas negociaciones, y aunque no se ha hecho público el borrador del acuerdo, las facciones palestinas estarían demandando ahora la liberación de unos 100 o 150 detenidos por rehén, entre ellos presos de gran peso como Marwan Barghouti, quien cumple cinco cadenas perpetuas.
El pasado 30 de enero, Netanyahu ya adelantó, mientras discurrían nuevas negociaciones en París bajo la mediación de Catar y Egipto, que no iba a liberar «a miles de terroristas» ni retirar a sus tropas de la Franja, otro de los requisitos de Hamás, hasta «la victoria absoluta».
En la Franja de Gaza, el número de muertos aumentó hoy, tras 113 bajas mortales en las últimas 24 horas, a 27.478 fallecidos y al menos 66.835 heridos, según los últimos datos divulgados por el ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás.
El Ejército israelí confirmó que se han intensificado los combates en el norte y centro de la Franja, después de que Israel centrara su ofensiva en Jan Yunis, con el fin de impedir que «Hamás reconstruya sus capacidades» en esta áreas, detalló hoy un comunicado castrense.
Durante una incursión la semana pasada en la Ciudad de Gaza, reducida a añicos tras meses de bombardeos, y en el campamento de refugiados de Al Shati, ambas en el norte del enclave, el ejército aseguró hoy haber matado a «cientos de terroristas y arrestado a decenas».
«Esta es una zona que inicialmente requirió tres divisiones y tres días para llegar hasta ella. Ahora, dos equipos de combate alcanzaron este área en una hora y media», detalló en un comunicado el comandante de la división 162ª, Itzik Cohen, la cual opera en el norte.
La presencia de tropas en estas áreas se ha sentido también en unos equipos médicos desbordados que operan bajo un peligro extremo, cuando no son directamente atacados por los soldados como en el Hospital Al Amal (sur), cada vez que intentan moverse para auxiliar a los heridos.
En el centro del enclave, al menos cuatro civiles murieron y decenas resultaron heridos en un ataque combinado de aviones y artillería contra una casa en el barrio de Al Hakar, informó la agencia oficial palestina Wafa.
En otro ataque contra una casa en la zona de Al Zawaida, al norte de Deir Al Balah, un bombardeo aéreo israelí mató también a ocho palestinos, la mayoría de ellos niños, según fuentes médicas locales; en una guerra que todavía se cobrará la vida de más civiles. EFE