“No tengo la plena certeza”, dijo la canciller Gabriela Sommerfeld sobre la permanencia del exvicepresidente Jorge Glas en la Embajada de México en Ecuador. El exfuncionario llegó a sus instalaciones el pasado 17 de diciembre “expresando temor por su seguridad y libertad personal”, detalló la Embajada mexicana en un comunicado.
Cuatro días después, Glas realizó una solicitud formal de asilo, pero aún no ha recibido una respuesta positiva o negativa. Por ello se supone que permanece en la Embajada en calidad de huésped; al menos así se refieren a él la Embajadora y la Canciller mexicanas, durante sus diálogos con Sommerfeld.
La solicitud podría resolverse en los próximos días y la Canciller ecuatoriana adelantó que México tiene planeado enviar una delegación “para tratar el tema con los ministros que tienen la competencia sobre este caso”.
No obstante, ratificó que, si Glas recibe una respuesta positiva sobre su asilo, el Gobierno no le facilitará el salvoconducto para que salga de Ecuador.
Avanza el TPS con Estados Unidos
Gabriela Sommerfeld dijo que aún están a la espera de una respuesta por parte de Estados Unidos sobre la solicitud para que migrantes ecuatorianos en ese país se beneficien de un Estatus de Protección Temporal (TPS en inglés).
Recordó que este beneficio no regula la situación migratoria de los ciudadanos con una residencia, temporal o permanente; sino que les permite obtener un permiso de trabajo “para ingresar a la economía formal y bajo mejores condiciones”.
Cifras oficiales determinaron que cerca de 700 000 ecuatorianos se encuentran en Estados Unidos bajo una situación migratoria irregular. Con el TPS, los ciudadanos podrán solicitar el beneficio, de manera personal, y permanecer en el país de forma legal.
La Canciller recordó que la mayoría de países que han recibido el beneficio de Estados Unidos se encontraban en situaciones de conflicto interno. Ecuador cumple actualmente con este criterio, por lo que las autoridades esperan una respuesta positiva.
Texto publicado en Ecuavisa