La búsqueda de una niña de 9 años que quedó sepultada bajo el lodo tras un deslave, el pasado jueves en la zona de la cascada, en la comunidad de San Marcos, del cantón Tulcán.
El rastreo continuará el lunes, debido a las condiciones climáticas de esa zona de la provincia de Carchi. La lluvia pone en riesgo a los habitantes y brigadistas.
“Un tanto complicado, porque hay otra amenaza en el mismo lugar de un deslizamiento de tierra posiblemente vaya a darse estos días”, dice Andrés Ruano, alcalde de Tulcán.
En esta comunidad rural, de 920 habitantes, no hay carretera. Para sacar sus productos como naranjilla y plátano deben caminar por un sendero agreste por cuatro horas, y cruzar un río a caballo. Con los deslizamientos de tierra se complicó más su situación.
Asimismo, los 15 niños del área de la cascada deben caminar 3 horas para ir a la única escuela donde estudian 350 alumnos. El deslave, que dejó dos víctimas mortales, y cinco heridos, reveló las necesidades de la población, que no tiene agua potable ni un subcentro de salud adecuado.
“12 años de funcionamiento y todo se está deteriorando. Lo que más le urge al centro de salud es una infraestructura nueva en todo sentido”, dijo Denis Tobar, médica de la zona.
Por ahora, la ayuda humanitaria llega vía aérea en un helicóptero del ejército, que tiene una capacidad de carga de mil kilos.
Texto original publicado en Ecuavisa