El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, aseguró que su Gobierno se plantea deportar a unos 1.500 presos extranjeros que tengan condenas en firme de al menos cinco años, para que terminen de cumplir la pena en su país de origen.
Tras sostener en Guayaquil reuniones con autoridades locales sobre seguridad ciudadana, Noboa anticipó, el 15 de diciembre de 2023, esta posible medida de su administración para rebajar la tensión y el hacinamiento de algunas cárceles ecuatorianas.
«Este es un país de paz que invita a todo el mundo a visitarlo, incluso hay gente que viene con todas las ganas de trabajar y de hacer las cosas bien, pero los que vienen a hacer las cosas mal, se van«, señaló en declaraciones reproducidas por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.
De acuerdo con el censo penitenciario realizado este mismo año 2023, Ecuador alberga en sus cárceles a más de 3.000 extranjeros, el 10,4% del total de la población penitenciaria nacional, de los que 2.900 eran hombres y 345 mujeres.
Noboa también insistió con su propuesta de construir dos cárceles de máxima seguridad «con base en modelos exitosos de otros países», entre los que se incluye México y El Salvador.
El mandatario detalló que, según las empresas constructoras, la edificación de estos establecimientos tomará entre 10 a 12 meses.
«Esperamos ya empezar en febrero y será en zonas aisladas para desconcentrar lo que hoy en día se ha convertido en la fábrica del crimen que es la Penitenciaría del Litoral”, dijo Noboa en referencia a la cárcel más grande y poblada de Ecuador, situada en Guayaquil, que ha sido escenario de los peores episodios de la serie de masacres carcelarias donde desde 2020 han sido asesinados más de 400 presos en enfrentamientos entre bandas rivales.
En esta ocasión Noboa no se refirió a las cárceles «barcaza» que propuso tener para aislar en alta mar a los líderes de las bandas criminales mientras se construyen estas dos prisiones de máxima seguridad. EFE